El acceso a internet, que durante los primeros días fue esencial para articular esta revuelta popular, permanecía fuera de servicio desde el pasado viernes, cuando los opositores al presidente, Hosni Mubarak, ocuparon la plaza de Tahrir. Ese día se esperaba una movilización sin precedentes en la era de Mubarak, y horas antes de que se iniciara esa jornada de protesta nacional las conexiones de internet quedaron cortadas.
Ninguno de los más importantes proveedores de internet en El Cairo funcionaban, ni equipos fijos ni en teléfonos móviles, después de que importantes enlaces de redes sociales, como Facebook y Twitter, quedaran bloqueados en las últimas horas, según denuncias de organismos de derechos humanos.
Tras varios días de enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes, esta interrupción de internet trató de acallar las protestas, aunque oficialmente no se ofreció ninguna explicación.
La revuelta popular que sacude Egipto ha causado por el momento decenas de muertos y más de 1.500 heridos y ha obligado a Mubarak a nombrar un nuevo Gobierno y asegurar que no se presentará a la reelección. Desde entonces, decenas de miles de egipcios se han lanzado a la calle en contra del régimen de Mubarak, en el poder desde 1981.