L D (EFE) En las "conclusiones" de la conferencia de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), los países reafirmaron su compromiso de "promover la tolerancia y la no discriminación y a combatir los delitos de odio que pueden tener su origen en la propaganda racista, xenófoba y antisemita en Internet".
Al mismo tiempo, reafirmaron la "importancia de respetar totalmente el derecho a la libertad de información y expresión, que es esencial para la democracia y que es reforzada de hecho por Internet". Los países participantes acordaron alentar, "si es necesario" según sus respectivas legislaciones nacionales vigentes, la cooperación entre las compañías de Internet y las organizaciones no gubernamentales (ONG). Destacaron en particular las iniciativas emprendidas de forma "voluntaria" por las ONG, asociaciones religiosas u otros grupos, para "estudiar y vigilar la propaganda racista, xenófoba y antisemita y la incitación a la violencia en internet".
El llamamiento del ministro francés de Exteriores, Michel Barnier, al comienzo de la reunión del miércoles a favor de la elaboración de un "código de buenas prácticas" tuvo un eco débil en las conclusiones finales. Así, se indica que los participantes han acordado "crear ocasiones" para promover el intercambio de buenas prácticas, y en favorecer los intercambios para "identificar métodos eficaces para tratar el tema de la propaganda racista, xenófoba y antisemita en Internet sin comprometer la libertad de información y expresión".
En las sesiones, a las que acudieron representantes de los 55 países de la OSCE, de proveedores de acceso a la Red y de varias ONG, los representantes de EEUU dejaron clara su oposición a la prohibición por ley de la propaganda racista, xenófoba o antisemita
on line . Sin embargo, expresaron su apoyo a los esfuerzos de organizaciones privadas para "controlar y detectar" dichos mensajes o discursos en Internet.