L D (EFE) "Los spammers (distribuidores de correos basura) no tienen cabida en el mercado canadiense. Los volúmenes de spam son tan grandes en estos momentos que suponen un obstáculo al comercio electrónico legal", dijo la ministra de Industria canadiense, Lucienne Robillard, al anunciar la medida.
Robillard añadió que "la solución (a los correos basura) exige el compromiso internacional". El grupo de trabajo anunciado este martes, que estará compuesto por personas de la administración pública, consumidores y organizaciones empresariales, determinará la legislación necesaria para luchar contra los spammers.
En todo el mundo,
spam supone más de la mitad del tráfico de correo electrónico diario ante el inmovilismo de los gobiernos que se han visto incapaces de parar su crecimiento.