Llamativa la carta que Eduardo Teddy Bautista ha mandado, menos de 24 horas después de que el Congreso rechazase la Ley Sinde, a todos los socios de su organización e incluso a algunas personas que ya han abandonado la SGAE.
En ella, el polémico presidente de la sociedad de derechos de autor relaciona el actual enfrentamiento con episodios revolucionarios: "(...) la defensa de los Derechos de Autor y la Propiedad Intelectual tiene un largo recorrido: desde que en los rescoldos de la Revolución Francesa el insigne Beaumarchais consiguiera incluir entre los Derechos del Hombre el solemne reconocimiento de los Derechos de Autor".
Así que Bautista no se muestra sorprendido porque de nuevo "haya que luchar por nuestros derechos", además de asegurar que la presente "no será la última ni la más dura de las batallas", aunque pide una respuesta "meditada, diseñada y, sobre todo, inteligente y ponderada".
Y es que durante toda la misiva Teddy mantiene ese doble tono, más exaltado en algunas frases para pedir moderación y mesura a la vuelta del punto y seguido, como cuando pregunta a los destinatarios del mensaje si "entiendes el desafío" y "estás dispuesto a salir del cómodo anonimato o del silencio de los corderos" y le pide que se comprometan "con el resto de compañeros y compañeras, pide explicaciones serenas y respetuosas, pero firmes y argumentadas".
Uno de los momentos más curiosos de la carta es cuando Bautista advierte que los "hombres y mujeres de la cultura" no son los principales perjudicados por la situación, sino que, atención al tono rimbombante, "es la ciudadanía, que se verá privada a medio y largo plazo de un rico acervo cultural, de un imaginario colectivo que, desde el principio de los tiempos, los creadores y artistas, los científicos e inventores, han construido para favorecer el desarrollo intelectual y económico de los pueblos".
La misiva termina con una frase en la que algunos ven incluso una amenaza ciertamente velada: "Hoy toca pensar; mañana, preguntar; pasado, ya veremos".
Lo más divertido está, no obstante, en la firma, ya que en lugar de firmar como Presidente de la SGAE (ha usado las direcciones de la organización para mandarlo y el propio correo viene encabezado con el logo de la sociedad gestora) lo hace como "compositor y músico desde 1962".
Sí, han leído bien, no dice "hasta" sino "desde".