"Entré a Internet por primera vez hace 15 días y hoy he venido para aprender más, me llama mucho la atención", explica Manuela, a punto de asistir a uno de los ocho cursos diarios que se imparten en esta clase, equipada con veinte ordenadores, durante toda la semana.
Ana Cabanillas, una de las voluntarias de formación de esta aula 1.0, explica que en los dos primeros días ya se han acercado muchos interesados en dar sus primeros pasos en la web. "Enseñamos lo básico: cómo usar un buscador, cómo enviar un correo electrónico. Hay gente que nunca ha cogido un ordenador", añade Ana.
Otros, como Enrique García, un jubilado de 68 años, ya se maneja mejor. "Empecé a usar esto de internet porque ver a los más jóvenes me estimulaba. Ahora lo uso para buscar cosas, para enviar correos, sigo aprendiendo nuevas cosas cada día", relata Enrique mientras un monitor le explica cómo se pueden descomprimir archivos.
Concha, otra jubilada de 74 años, también ha venido para ampliar un poco sus conocimientos de internet. "Creía que ya era tarde para aprender, pero hace un par de años me apunté a la universidad de oyente y necesité internet. Aprendí y ahora me he aficionado mucho", explica Concha que, como la mayoría, accede a la web principalmente para buscar información y enviar correos electrónicos.
Justo enfrente, en el aula 2.0, se dan otros tantos cursos al día para los más avanzados de retoque fotográfico, creación de blogs, diseño digital o programación. "La gente aprovecha para coger la base de estos temas y muchos ya nos han comentado que quieren seguir formándose fuera para dedicarse profesionalmente a estas cosas", relata Alex Armentia, uno de los profesores de esta aula.