La empresa ha enviado hoy su respuesta a las preguntas que el Ejecutivo comunitario planteó tanto a la multinacional como a las autoridades nacionales de los dos países para aclarar estos casos, explicó en rueda de prensa la portavoz comunitaria de Protección de los Consumidores, Helen Kearns.
"La Comisión se toma la política de seguridad de los consumidores de manera muy seria", subrayó la portavoz. Por ello, decidió recabar información sobre estos incidentes que, según añadió la portavoz, la empresa investiga.
El último incidente ocurrió la semana pasada en Francia, donde un adolescente sufrió una leve herida en un ojo tras la explosión de su teléfono móvil iPhone, que sujetaba en la mano a unos 30 centímetros de su cara, según informaron los medios locales.
El teléfono comenzó a crepitar, la pantalla de vidrio se cuarteó, explotó y arrojó pequeños fragmentos que se incrustaron en la cara del chico, de 18 años, que requirió atención médica.