Se acabó, ya me he cansado y voy a patentar la sangre!
Yo patentaría el bit, ya puestos.
¡Qué escándalo!
Eso no es nada: en 2001, un abogado australiano patentó la rueda.
_http://www.alpoma.net/tecob/?p=318
Un saludo.
Este tipo de protección intelectual siempre me ha parecido un descarado abuso más parecido al "yo lo vi primero" que a una auténtica protección al talento, al esfuerzo o al verdadero trabajo de innovación e investigación.
Estoy convencido de que el actual sistema de protección de la propiedad intelectual que tiene sus raíces y su metodología en el siglo XVIII, debería ser revisado desde sus cimientos para evitar que siga siendo más una plaga que entorpece y encarece el progreso en beneficio de unos pocos, que en un motor para el mismo.
Lo mismo con las marcas, de las que ya están registradas virtualmente todas las palabras de los principales idiomas. Con el agravante de que según las normas actuales, las concesiones amparan también los nombres que pueden ser parecidos, aunque pretendan designar productos o servicios que nada tengan que ver con los cubiertos por la marca original. La Ley dice algo así como que protege frente a cualquier producto o servicio actual o por inventar. Lo cual es evidentemente un abuso. Sobre todo porque los criterios sobre lo que es "parecido" son totalmente caprichosos y subjetivos.
Al final y como siempre, las grandes corporaciones con medios para pleitear hasta el aburrimiento son las que ven protegidos sus "derechos" frente al resto, sean auténticos innovadores o no.