LD (EFE) La sentencia considera probada que estas descargas se realizaron entre 2003 y 2004 "sin consentimiento de los titulares de los derechos de autor" pero para "uso particular" o "intercambio con otros internautas".
Subraya así que no ha quedado acreditado que el acusado haya obtenido "ningún tipo de ventaja económica con la venta de todo o parte del material que almacenaba".
Y ante la falta de prueba "para enervar el derecho a la presunción de inocencia", puntualiza el fallo, ya que el denunciante no aportó "ninguna prueba del lucro", el tribunal declara al procesado inocente de un delito contra la propiedad intelectual.