Gravity Rush llega a PlayStation Vita como una apuesta enteramente original precedida de una arriesgada decisión, trasladar el desarrollo del juego, originalmente planteado para PlayStation 3 hasta la nueva portátil de Sony. Pero, además de presentar una idea de juego singular e interesante, Gravity Rush también llama la atención por ofrecer una base gráfica que muestra un arte japonés de siluetas más estilizadas, aderezadas con un ligero toque steampunk, permitiéndose de momento, pasar como una de las mejores direcciones de arte presentadas en la plataforma mas callejera de Sony.
Jugabilidad
El argumento del juego nos pone en la piel de Kat, una joven desmemoriada que no es capaz de recordar quién es, donde se encuentra, y porqué tiene el poder de flotar y desplazarse por el aire. En medio de tanto misterio, nuestra heroína se dará cuenta que no está sola, ya que desde su amnésico despertar se encuentra acompañada por un gato un tanto particular. Rápidamente Kat descubrirá que su nueva mascota es muy diferente de sus congéneres, ya que con su ayuda, la chica es capaz de variar la gravedad a su alrededor. A partir de este instante, el juego comienza a desgranar una aventura donde encontraremos las respuestas que buscamos, al tiempo que ayudaremos a los ciudadanos de Hekseville a resolver los extraños sucesos que están sucediendo en la ciudad, que se encuentra bajo el asedio de unas criaturas que pueden modificar el entorno y destruir todo a su alrededor.
Durante todo el viaje, Kat tendrá que hacer frente a centenares de misteriosos enemigos, los Nevis. Estos se presentan bajo diferentes formas y tamaños, y a pesar de no ser complicados de eliminar, su localización se convierte en ocasiones en algo frustrante, ya que para continuar avanzando tenemos que liquidar una cantidad concreta de monstruos, pero la ausencia de un sistema de ayuda a la orientación y la enorme cantidad de escenario que se presenta en pantalla, permite pasar por alto algunos enemigos pequeños. Esto se traduce en combates que se extienden demasiado en el tiempo, pues además, estos enemigos terminan volando lejos de la batalla, de manera que resulta muy difícil encontrarlos en medio de la acción para completar la secuencia de manera fluida.
Cayendo hacia el cielo
La sabiduría popular afirma que los gatos negros son un indicativo de mala suerte, pero este no es el caso de Dusty, nuestro acompañante, una criatura que adopta la forma del felino y es capaz de liberar interesantes poderes, así como de desafiar la gravedad. Pero variar la dirección de la gravedad no es fácil. Los primeros pasos sin gravedad son torpes, y la curva de aprendizaje es algo dura. Los botones frontales de la consola nos servirán para flotar en gravedad cero, cambiar la gravedad, o reiniciar el estado de la misma. A primera vista parece complicado por una sola razón, lo es. Sin embargo, antes de terminar de cogerle cariño a la amnésica protagonista, el jugador ya volará a su antojo y disfrutará de los beneficios que otorga este interesante método de control. La innovadora mecánica también ofrece algunos desafíos muy interesantes, ya que permite elaborar tácticas como evitar la presencia de la policía caminando por debajo del escenario o por los laterales de la zona atravesar. Lo importante es plantearse los retos de la manera más creativa posible para solventarlos.
Pero no todo son virtudes en el método de control del juego, pues existen algunos problemas menores, que aun sin manchar la experiencia de juego evita que el alcance sea mayor. Además de la ausencia de un apartado que permita variar los controles, el deslizamiento gravitacional no termina de ser cómodo, ya que el sensor de posición de la consola también interviene en la dirección de desplazamiento de Kat, un elemento que durante toda la experiencia genera situaciones confusas.
Para avanzar en la aventura, Kat debe completar una serie de misiones ligadas a la historia. Estas misiones se acompañan de misiones de desafío. La ciudad está llena de instalaciones estropeadas. Para repararlas, el jugador debe usar gemas preciosas para repararlas y abrir una nueva misión de desafío. Estas últimas misiones no afectan a la historia del juego, pero ofrecen la oportunidad de obtener más gemas. Estas también se pueden encontrar esparcidas por toda la ciudad o derrotando enemigos. Se reparten en tres categorías: Gemas de Salud, Gemas de Energía y Gemas preciosas. Las primeras sirven para restaurar la barra de salud de la protagonista, las segundan controlan el indicador de gravedad, un indicativo circular que agota dicha función, limitando el uso de la gravedad. Por último, las gemas preciosas. Estas se utilizan para reparar maquinaria estropeada o para mejorar las habilidades de Kat. A través de un simple y correcto menú, se pueden personalizar ciertos aspectos como poderes y habilidades.
Gravity Rush también incorpora un útil mapa donde el jugador puede comprobar su posición actual y marcar su próxima parada, aunque también contamos con atajos que facilitan nuestro desplazamiento por la ciudad, como los pozos, que permiten a Kat desplazarse a otro situado un lugar diferente. No obstante, a medida que el jugador explora su entorno, se irán desvelando nuevos elementos de transporte, como trenes o aerobotes. A diferencia de los pozos, estos no son instantáneos, pero permiten recolectar gemas adicionales y realizar nuevos descubrimientos.
La pantalla fácil de la consola también tiene su utilidad, ya que nos sirve para seleccionar objetos u opciones, aunque también se puede interactuar con Kat y Dusty si el jugador los toca con el dedo. Del mismo modo, nos permite realizar movimientos de deslizamiento lateral con tan solo tocar la pantalla táctil en la esquina inferior izquierda.
Gráficos/Audio
La dirección artística que presenta Gravity Rush es una autentica delicia, mientras el estilo gráfico cel shading (estilo comic) permite que el juego se comporte de la manera que lo hace un comic animado, algo que se refuerza en las fantásticas escenas de transición que van remarcando los eventos más importantes de la aventura. En estas animaciones se combinan varias capas de profundidad lo que permite crear un pequeño pero resultón efecto que pone la guinda cuando el jugador pone el dedo sobre la pantalla o mueve la consola. En su contra, los tiempos de carga son algo más largos que en la mayoría de los juegos para la portátil. Durante las primeras horas de juego estos tiempos no tienen más importancia, pero la ausencia de opciones para volver a intentar una secuencia específica puede desesperar a más de un jugador, pues si cometemos un error en una misión que nos aleje de la recompensa esperada, repetir todo el proceso hasta el comienzo de la tarea es algo significativamente molesto.
Aunque el juego no llega doblado a nuestro idioma, esto tiene una explicación, ya que los personajes tienen un idioma propio que ha sido perfectamente subtitulado en castellano tanto en los diálogos como en los menús y pantallas de juego. Por su parte, el acompañamiento musical ofrece melodías muy trabajadas que permanecerán en la memoria de quienes acompañen a Kat en su búsqueda.
Conclusiones
El catálogo de juego para PlayStation Vita va cogiendo forma poco a poco. Comienzan a llegar las primeras propiedades intelectuales diseñadas y gestionadas específicamente para la consola. A pesar que las aventuras de Kat no son precisamente la perfección portátil, el sistema y el modo de juego son muy interesantes e innovadores, aunque no se ha profundizado en el formato todo lo que se esperaba, pues lo que aporta a la portátil no es suficiente como para destacarse en el catálogo general de los actuales juegos. Gravity Rush se esperaba con una gran expectación dado su carácter pionero y la intención de Sony de situarlo como una gran referencia de juego para PlayStation Vita, sin embargo, ha quedado como un extenso y gran juego aderezado con un estilo visual espectacular. Aquellos que esperaban algo más de Gravity Rush, seguramente tendrán que reducir ligeramente sus expectativas.