Grijan, es cierto lo que dices, pero te aseguro que con las tabletas se puede trabajar bien. Para gustos... Ya sabes
arminost: no te discuto tu caso particular, pero yo hablaba de los netbooks de 9" o 10", no de los portátiles. Mi netbook, un Acer Aspire One 110 (con disco SSD y poco más de 1 KG de peso) pesa poco más que el iPad original (1,150 g. vs. 850 g.) y tiene aproximadamente el mismo tamaño, factor de forma y resolución de pantalla. Las principales diferencias: el grosor, el teclado físico (causa del grosor) y la duración de la batería (que en el Aspire soluciono con una segunda batería "de viaje" de 9 horas). Mi Aspire tiene ya tres años, pero sigo ampliándolo. Y sumando el precio original (170 Euros) más las ampliaciones, todavía estoy lejos de lo que cuesta un iPad. En cuanto a funcionalidad, puedo hacer lo que con un iPad y más: WiFi "n" y Bluetooth internos, 3G por USB, pantalla táctil, servidor web y MySQL, usar impresora y escáner directamente...
A lo que voy es que las tabletas son dispositivos para usuarios con necesidades más básicas, y que compran más por el diseño que por la funcionalidad real, con lo que acaban pagando más por tener menos funciones. "¡Qué guay! ¡Puede reproducir vídeo en HD!". Mi Aspire (como cualquier netbook) también, aunque no sirve para nada en una pantalla de 9". Pero el comprador tipo del iPad no lo sabe, y Apple sabe que no lo sabe, si ustedes me entienden ;-) .
Grijan, en mi caso, sí me sirve una tableta. De hecho profesionalmente le doy mucho uso, porque un portátil, en mi caso, insisto, es un tocho.
LiBReTTo: lo que es discutible, además de lo que dices, es que las tabletas sean necesarias. Una tableta no puede hacer nada que no pueda hacerse con un netbook con pantalla táctil, mientras que lo contrario no es cierto. Conclusión: estamos pagando el doble por un aparato que hace menos cosas. ¿La razón? Las tabletas se compran porque son "bonitas", "delgadas", "están de moda", etc. Si te fijas, ninguna de las razones incluye funcionalidad. Por esto Apple (y otros) se apresuran en añadir funcionalidad inútil con la que justificar el sobreprecio de sus modelos.
Es lógico que se caliente más, tiene una potencia gráfica mayor y casi duplica al iPad 2 en el consumo de batería. Lo que es discutible es que sea necesario para el 90% de los usuarios de tabletas.