Todos ellos destacan la guerra informática sin precedentes que ha iniciado el gobierno norteamericano con el súbito cierre de esta página, probablemente el primero de muchos en lo que podría calificarse como el comienzo de una reacción en cadena en la red. Bajo el hashtag #MegaUpload los usuarios de este servicio, y de internet en general, vuelvan cada segundo todo un torrente de opiniones diversas sobre la noticia.
A un nivel nacional, los hay que piden opinión a Álex de la Iglesia, que destacó por su oposición a la célebre ley Sinde en su etapa de presidente de la Academia del Cine. Éste no ha tardado en contestar, señalando que "ahora lo justo sería rechazar el cierre de contenidos legales compartidos en #megaupload, no? Que los hay."
Otros twitteros comparan la situación con la de la cadena privada Telecinco, que sigue abierta pese a lo discutido de su programación, o especulan con lo que ocurrirá a un nivel nacional con las acciones de la Justicia estadounidense.
Abundan, por supuesto, las quejas por el cierre de la página, que permitía descargar gratuitamente miles de archivos audiovisuales. "Sinceramente, a mi me parece más pirata el que pone una peli en iTunes por 13,99 que el que la sube a #MegaUpload", se lamentaba una internauta.
Por no mencionar el verdadero torrente de noticias generadas alrededor del cierre, como por ejemplo la aparición de páginas falsas que simulan ser el nuevo Megaupload, las alertas de ‘phising’ o correos basura emitidos a las cuentas de los usuarios de internet, o dudas sobre la legitimidad de que la operación de EEUU sea vigente en el resto del mundo.
También abundan las bromas a costa de la desaparición de la página: "El gobierno alemán anuncia la detención de Johannes Gutenberg, acusado de copia ilegal y piratería de textos sagrados", anuncia solemne un twittero. U otro que reza: "Todos esos archivos por descargar, se perderán como... lágrimas en la lluvia".
No faltan las declaraciones de apoyo al colectivo Anonymous, que ha atacado webs del Gobierno de Estados Unidos y discográficas a modo de revancha por la actuación contra el portal de descargas y la detención de sus responsables: "Ahora todos sabéis que Anonymous se hace grande solo si es apoyado por los ciudadanos. Todos somos Anonymous".