Desde el nacimiento de Napster, la forma más habitual de intercambiar en internet ficheros de todo tipo, pero principalmente de música, películas y series, han sido las redes entre pares o P2P. Estos sistemas requieren que el usuario se descargue un programa a su ordenador y cuando busca un archivo el programa lo pone en contacto con otros usuarios que lo tienen para que pueda descargárselo de los ordenadores de éstos. Así funciona eMule, por ejemplo.
Sin embargo, en los últimos años se ha vivido un auge de una forma de intercambio menos sofisticada pero más cómoda: las descargas directas. El usuario que quiere compartir un archivo lo sube a una web de descargas y luego publica el enlace. Quienes deseen descargarlo sólo tienen que pulsar el enlace y tras unos pocos pasos comienzan a bajárselo. No hace falta emplear programa alguno, basta con el navegador web. Los enlaces a materiales protegidos se publicaban en foros o webs de enlaces como las que se quiere cerrar en España aplicando la Ley Sinde.
Pero todo ese ancho de banda no debe resultar gratis y, de hecho, es bastante caro. De modo que las webs de descargas directas, como Megaupload o Rapidshare, se financian poniendo trabas a las descargas gratuitas, como limitaciones a la velocidad y en el volumen de datos que un usuario puede bajarse en un solo día.
Además, Megaupload contaba con un buen número de sitios hermanos como Megavideo, que permitía ver hasta 72 minutos al día de vídeo mientras no dispusieras de una cuenta de pago, o Megaporn para contenido pornográfico.
¿Por qué se ha cerrado Megaupload?
El Departamento de Justicia ha publicado un comunicado en la que detalla los cargos contra el sitio web: se pide contra sus responsables cinco años de cárcel por crimen organizado, otros cinco por violación de los derechos de autor y veinte por lavado de dinero. El delito clave es el segundo, puesto que si no se considerase a los responsables de Megaupload, tanto la acusación de crimen organizado como la de lavado de dinero no tendrían sentido, pues no habría delito, ni organizado ni desorganizado, y el dinero tendría una procedencia perfectamente legal.
En Estados Unidos está en vigor la Digital Millenium Copyright Act (o DMCA) que permite a los sitios web que aceptan contenido de los usuarios no ser los responsables legales de los posibles delitos contra la propiedad intelectual que cometan éstos. Sitios como Youtube deben incorporar un sistema sencillo mediante el cual se pueda denunciar a un tercero por subir material protegido y éste sea retirado inmediatamente. Si la denuncia es falsa, el usuario que haya subido los vídeos puede reclamar y el caso llegaría al juzgado. Pero mientras el sitio web cumpla y retire los contenidos cuando se realiza una "reclamación DMCA" no
Megaupload cumplía con la DMCA, de modo que no debería ser acusado de nada. Pero el texto de la acusación asegura que existía una amplia conspiración que, en un toque de humor, denomina "Mega conspiracy", para que los usuarios subieran ficheros protegidos y lucrarse de esa práctica:
La operación ha sido llevada a cabo desde Virginia porque allí estaban situados una buena parte de los servidores de Megaupload, que como empresa está radicada en Hong Kong.
¿Es casualidad que se cierre justo ahora?
Los responsables de la operación aseguran que sí, que es casualidad que los arrestos y el cierre de Megaupload se hayan producido un día después del apagón contra la ley SOPA y de que se supiera que los donantes de Hollywood pensaban retirar su apoyo a la próxima campaña de Obama por la postura de éste contra dicha norma.
Evidentemente, este caso lleva tiempo investigándose y la autorización judicial se concedió antes de las protestas de todo internet contra las leyes en discusión en el Congreso de EEUU. Pero resulta difícil no tener la impresión de que se ha escogido este día precisamente por su impacto mediático.