Las autoridades de Kunming han decidido actuar ante el caso de las falsas Apple Store cerrando dos de las cinco que operan en la ciudad, bajo la acusación de operar sin licencia. Sin embargo, ha dejado abiertas las tres que sí cuentan con autorización para abrir, por más que sean copias de las tiendas de Apple y puedan inducir a error a los clientes.
China cuenta, teóricamente, con leyes que protegen las marcas y que prohíben incluso que se imite el estilo y aspecto de las tiendas de otras empresas, pero rara vez las hace cumplir, según informa Reuters. Esa ha sido una de las críticas habituales que ha recibido su sistema económico desde Occidente.
Tras descubrirse que las tiendas eran falsas, muchos clientes exigieron que se les devolviera el dinero. Pero nada. Los productos, según Chan Puyun, responsable de comercio de Kunming, son auténticos. "China ha dado grandes pasos para respetar los derechos de propiedad intelectual y las tiendas no estaban vendiendo productos falsos", aseguró.