¿Seremos los internautas asesinos en serie? ¿Nos dedicaremos a matar civiles sin juicio? Esa parece ser la conclusión del asesor de Hillary Clinton para la innovación en el departamento de Estado de Estados Unidos, Alec Ross, quien ha asegurado que en la actualidad internet se ha convertido en el "Che Guevara del siglo XXI".
No hace falta hacer muchas averiguaciones para fusilar a uno. Lo que hay que saber es si es necesario fusilarlo. Nada más. Debe dársele al reo la posibilidad de hacer sus descargos antes de fusilarlo. Y esto quiere decir, entiéndeme bien, que siempre debe fusilarse al reo, sin importar cuáles hayan sido sus descargos. No hay que equivocarse en esto. Nuestra misión no consiste en dar garantías procesales a nadie, sino en hacer la revolución, y debemos empezar por las garantías procesales mismas.
Ese es el modelo que siguen, según Ross, quienes emplean internet para protestar contra las dictaduras, que "son ahora más vulnerables que nunca" debido a movimientos de protesta convocados a través de Facebook y Twitter. Internet habría facilitad los movimientos sin líderes, por lo que sería el "Che Guevara del siglo XXI", habría dicho en las jornadas The Guardian Activate, según ha recogido el propio periódico británico.
Ross afirmó durante su intervención que internet había "actuado como un acelerador" en los levantamientos del mundo árabe, indicando que sin la red hubiera sido impensable que el dictador tunecino Ben Ali hubiese caído en poco más de un mes. Lo que no parece es que los manifestantes de la Plaza Tahir de El Cairo y otros países árabes haya funcionado como "una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar", que era el ideal revolucionario según el psicópata argentino.