Si ese dinero que generan estos presos en trabajos forzados fuera dedicado a resarcir a sus respectivas víctimas (algo totalmente olvidado en nuestra querida "justicia" actual) me parecería genial.
Pero no, lo que les encanta a muchos es que la sociedad (incluidas las víctimas) les pague alojamiento de lujo a los delincuentes. Muy ético, sí.
Qué asco dan los malditos sátrapas chinos.
No deberíamos comercial con estos desgraciados.
Creo que ya voy imaginando lo que es una "tortura china" o "trabajar como chinos".
De todos modos, es ciertamente difícil de imaginar el juego como condena penal. Resulta verdaderamente retorcido y maquiavélico...
Un saludo.