La noticia ha surgido en la India y de ella se han hecho eco gran cantidad de tuiteros y blogueros, sobre todo a partir de que la reflejase un periódico como el Daily Mail: el cierre de una fábrica en el país asiático suponía el final de la producción de máquinas de escribir en todo el mundo.
Se trataba de la factoría de Godrej & Boyce, parte de una empresa dedicada a producir gran cantidad de diferentes bienes de consumo. Según declaraciones del director general de la compañía, Milind Dukle, las máquinas de escribir seguían siendo un objeto de consumo habitual en la India hasta hace bien poco, pero en los últimos tiempos "los pedidos han caído".
Algo lógico si tenemos en cuenta la buena marcha de la economía en el país y la fuerza de su industria tecnológica e informática.
Aún quedan máquinas de escribir
Sin embargo, tras el revuelo montado una página especializada desmentía al Daily Mail: siguen fabricándose máquinas de escribir en el mundo, al menos para una firma concreta en Estados Unidos que sigue vendiéndolas: Swintec.
Eso sí, los mejores clientes de esta empresa necesitan satisfacer algunas necesidades muy específicas: las cárceles de Estados Unidos. Estos modelos tienen lo que parece un diseño original pero que responde a un requerimiento de lo más "mundano": son transparentes para que no puedan usarse para introducir nada en las prisiones.
Al parecer las máquinas en los centros penitenciarios se usan, entre otras cosas, para que los internos redacten su correspondencia que de esta forma puede ser controlada más fácilmente que si la escriben a mano.
En cualquier caso, Ed Michael, director de ventas de la compañía, aseguraba que en contra de lo que decía el Daily Mail todavía hay bastantes empresas que fabrican este producto más propio, eso sí, del S XX que del XXI: "Tenemos fabricantes que producen para nosotros máquinas de escribir en China, Japón e Indonesia".