El propietario de un router inalámbrico en Buffalo, Nueva York (EE.UU.), compró el aparato el pasado mes de marzo pero, pese a intentarlo varias veces, no consiguió proteger la red con una contraseña. Al comprobar que tenía acceso libre, uno de sus vecinos decidió descargarse con esa conexión archivos con contenido pornográfico de menores, informa Europa Press.
Por ello, agentes del FBI se personaron en el domicilio del propietario, acusándole de un delito de pornografía infantil. "¡Sabemos quién es usted! Ha descargado miles de imágenes a las 11:30 de esta noche. Eres un canalla... admítelo", le increparon los agentes federales, tal y como denuncia el abogado del detenido, Barry Covert, quien asegura que su defendido fue arrojado escaleras abajo por uno de los policías.
Durante dos horas, los agentes registraron el ordenador del dueño de la casa junto con otros dispositivos como móviles y tabletas que se encontraron. Tras varios días de investigación, los agentes descubrieron que el propietario del router decía la verdad y que alguien se había conectado a través de su red wifi para descargarse dichos archivos.
Los agentes del FBI no se molestaron siquiera en comprobar antes de entrar en la casa si el wifi estaba protegido por contraseña, ni investigaron el número MAC que identifica cada dispositivo que se conecta a una red. Pero después de darse cuenta de su metedura de pata, investigaron las demás conexiones del usuario de redes P2P que investigaban, con el apodo 'Doldrum', y vieron que una se correspondía con la Universidad del Estado de Nueva York en Buffalo, donde identificaron a un joven de 25 años, vecino del acusado injustamente. Fue detenido, aunque su caso está a espera de juicio.