Ese Debian, ese Debian, eh!
Esta noticia corrobora lo que muchos ya sabíamos. Por eso estamos en guerra.
Por ello y mucho más, por su completa falta de respeto a los que les dan de comer y para otras excentricidades y vicios, dejamos de comprar y descargar, dejamos de regalar y tatarear sus canciones, sus películas, y algunos libros.
Y la guerra no ha terminado. Es cierto que la campaña del 2010 ha sido todo un éxito; más del 30% menos de recaudación en cine, por poner un ejemplo. Y en cambio demostramos a quien nos respeta, como Santiago Segura, le colmamos con super éxitos de taquilla.
Esa es nuestra fuerza, nuestro poder supremo. El lo rige todo, lo dirige, da fruto y lo quita. El dinero. Y como tenemos ese poder de decisión, a por ellos. Duro, sin piedad.
Nunca, hasta que se pierda en el olvido su voz, o su imagen.
Recordad, seguimos en guerra. Sus ataques bajo el manto de la ley intentarán coartar nuestra libertad a la hora de informarnos por Internet. Pero no importa. Su orgullo les impide ver que somos más, que muchos conocemos incluso profesionalmente el medio, y que desconocen a esa bestia libre llamada Internet.
Como muestra, para evitar que os impidan acceder a webs alojadas hasta en el extranjero, podéis buscar cómo cambiar los servidores DNS a los públicos de Google y otros repartidos por todo el mundo libre.
Para próximos ataques de Sinde y sus cucarachas ya hablaremos de servidores proxys, redes privadas VPN, y otros temas de seguridad y privacidad, amigos.
¡A por ellos!.
Zp -con nuestro dinero- mima a su clentela titiritera.