Según las informaciones recogidas por los medios locales, Benjamin Netanyahu ha sido imputado por sobornos, fraude y violación de la confianza, tras cuatro días de vistas sobre el caso celebradas el pasado mes de octubre.
El fiscal general ha dicho que "se trata de un día difícil, pero es un día importante", antes de argumentar que su decisión está fundamentada en su creencia de que la democracia en Israel no debe tolerar la corrupción y la violación de la confianza.
Mandelblit anunció el 28 de febrero su intención de imputar a Netanyahu por soborno, fraude y violación de la confianza en tres casos diferentes, a la espera de las vistas, si bien fueron aplazadas debido a la celebración de los comicios de septiembre.
Regulaciones a cambio de ayuda política
El más grave de todos es el caso 4000, en el que hará frente a cargos por sobornos, fraude y violación de la confianza por impulsar regulaciones que beneficiaron al accionista mayoritario del grupo Bezeq, Shaul Elovitch, a cambio de una cobertura informativa favorable del portal Walla.
En el caso 1000, el primer ministro será imputado por fraude y violación de la confianza por recibir regalos ilícitos valorados en 700.000 shekels —cerca de 183.000 euros— a cambio de favores.
La decisión de Mandelblit ha sido anunciada tras cerca de tres años de investigaciones y supone la primera ocasión en la historia del país en la que un fiscal general anuncia la imputación de un primer ministro en ejercicio.
Netanyahu: "Es un intento de revolución legal"
"Estamos presenciando un intento de llevar a cabo una revolución legal. Es un proceso contaminado por intereses extranjeros con el objetivo de derrocar a un primer ministro derechista", ha dicho Netanyahu en una comparecencia pública poco después de conocerse la decisión.
"Esto es lo que llaman una investigación personal, una investigación personal con esteroides", ha señalado, antes de defender que "ha dedicado su vida al Estado".
Así, ha subrayado que "es un día triste" y que "uno tiene que estar ciego para no ver que algo malo está pasando en el sistema legal", tal y como han recogido los medios locales. En este sentido, ha pedido "investigar a los investigadores" por lo que ha descrito como "casos infectados".
La oposición pide su dimisión
El principal partido opositor, Azul y Blanco, ha reaccionado rápidamente al anuncio de Mandelblit y ha recalcado que "un primer ministro hasta el cuello en investigaciones de corrupción no tiene mandato moral o público para decidir sobre asuntos cruciales para el Estado de Israel".
Asimismo, el líder del Partido Laborista-Gesher, Amir Peretz, ha reunido a un equipo legal para solicitar ante el Tribunal Supremo que se determine que Netanyahu no está capacitado para seguir en el puesto de primer ministro.
La denuncia del fiscal general ha llegado un día después de que el líder de Azul y Blanco, Benjamin Gantz, devolviera el mandato al presidente, Reuven Rivlin, tras no lograr un acuerdo para formar una coalición, lo que acerca al país a unas terceras elecciones en menos de un año.