Irán ha apresado un petrolero británico en el estrecho de Ormuz por una presunta violación del Derecho Internacional en el marco de la escalada de tensión entre ambos países y, en general, en la región.
Se trata del 'Stena Impero', que ha sido confiscado "a petición de la Organización Marítima y de Puertos de Hormozgán cuando atravesaba el estrecho de Ormuz por no respectar las normas marítimas del Derecho Internacional", relata un comunicado de la Guardia Revolucionaria recogido por la cadena estatal Press TV.
Autoridades iraníes han precisado que el petrolero chocó con un barco de pesca y se encuentra en el puerto de Bandar Abas. Según la versión iraní, a tripulación del barco de pesca trató de comunicarse con el petrolero y, "al no recibir respuesta", informó a la Organización de Puertos y Navegación.
Stena Bulk y Northern Marine Management, propietaria y gestora del 'Stena Impero', han confirmado que el buque británico ha sido interceptado en torno a las 16.00 de este viernes por "pequeños barcos y un helicóptero" mientras navegaba por aguas internacionales en el estrecho de Ormuz.
Las empresas han detallado que en el 'Stena Imperio' viajan 23 tripulantes. "No se ha informado sobre heridos", han asegurado, subrayando que la seguridad de las personas a bordo es su "principal preocupación".
Además, han indicado que están en "estrecho contacto" con las autoridades británicas. Un portavoz del Ministerio de Defensa de Reino Unido ha confirmado a Reuters que el Gobierno está buscando información sobre el incidente en Ormuz.
Incidente con otro petrolero
Autoridades iraníes también abordaron este viernes brevemente el petrolero Mesdar, con bandera liberiana, según informó la naviera Norbulk, propieratia del navío. "La comunicación ha sido restablecida con el barco y el Master confirmó que guardias armados se han marchado y la embarcación quedó libre para continuar el viaje. Toda la tripulación está bien", señaló en un comunicado la naviera Norbulk Shipping UK, con sede en la ciudad escocesa de Glasgow.
Poco antes, el ministro de Exteriores británico, Jeremy Hunt, se había mostrado "extremadamente preocupado" por la "inaceptable" captura por parte de Irán de dos petroleros en Ormuz, uno británico y otro con bandera liberiana, propiedad de una naviera del Reino Unido.