Este lunes se cumplían 40 años de la llegada al poder en Irán del régimen de los ayatolás, comandado entonces por Jomeini. Con ocasión de este aniversario prácticamente el mundo entero ha lamentado estas cuatro décadas en las que Irán se ha convertido en una teocracia donde no se respetan los derechos humanos, las mujeres son marginadas y los homosexuales ahorcados colgando de grandes grúas.
Sin embargo, el ministro de Exteriores del Reino de España se ha olvidado de estas realidades –prácticamente se ha olvidado de cualquier conexión con la realidad– y este lunes celebraba el aniversario con un alucinante blanqueamiento del régimen de los ayatolas en un hilo de mensajes en su cuenta de Twitter.
Hoy se cumplen 40 años de la revolución islámica de #Irán. Esta potencia regional ha cambiado mucho en este tiempo. En 1976 la tasa de alfabetización era del 35%. Ahora es del 84%. En 1980 el 5% de las mujeres empleadas eran universitarias. Ahora lo son el 47% pero solo (1/7)
— Josep Borrell Fontelles (@JosepBorrellF) 11 de febrero de 2019
Josep Borrell ha dejado a un lado la falta de democracia, la represión feroz de los disidentes, la marginación de las minorías y ha preferido hablar de la tasa de alfabetización y del porcentaje de mujeres universitarias. Sí ha mencionado la responsabilidad iraní en la Guerra de Siria y el mantenimiento del no menos atroz régimen de Al Assad, si bien ha tratado el tema muy por encima: "Ha tenido un papel esencial en la guerra de #Siria, ayudando a Assad".
Eso sí, en un hilo de siete mensajes cuatro de ellos estaban dedicados a Estados Unidos: Borrell ha comentado –sin el más mínimo atisbo de condena– la toma de rehenes en la embajada de EEUU en Teherán en 1979 o que "Irán sigue siendo una obsesión para el Gobierno de EEUU. Siguen sin tener relaciones diplomáticas y además Trump se ha retirado del Pacto Nuclear".
Por supuesto, tampoco ha tenido espacio el ministro para criticar la política expansionista de los ayatolás en Oriente Medio, ni su apoyo a regímenes como el de Maduro, ni las amenazas continuas a Israel durante estos cuarenta años, ni siquiera el programa nuclear iraní que es una de las mayores amenazas para la estabilidad regional.