Decenas de muertos –52 según los datos ofrecidos por el Ministerio de Salud del gobierno terrorista en Gaza, una fuente habitualmente poco fiable– habría provocado ya la jornada de disturbios y manifestaciones violentas que Hamás ha convocado a lo largo de la frontera de la Franja de Gaza con Israel.
Según la información facilitada por el ejército israelí unas 40.000 personas están participando en estos disturbios violentos en 13 lugares diferentes a lo largo de la citada frontera. Los manifestantes están arrojando bombas incendiarias, explosivos, piedras y objetos inflamables a las defensas fronterizas y a las tropas israelíes en la zona, así como quemando neumáticos y tratando de superar las defensas fronterizas en diversos puntos, lo que ha supuesto la intervención de tropas israelíes.
Además, la aviación israelí ha lanzado sendos ataques a lo que ha denominado "objetivos militares" de la organización terrorista Hamás dentro de Gaza. Estos ataques, al menos tres, se han llevado a cabo en respuesta a algunos ataques en la frontera, por ejemplo, el ataque con disparos a un grupo de soldados en posiciones al norte de la Franja.
¿Relacionadas con la embajada?
Las protestas en la frontera de la Franja –un territorio que Israel abandonó voluntariamente en 2005– llevan desarrollándose semanas pero este lunes tenían dos excusas para hacerlas aún mayores: la inauguración de la embajada de EEUU en Jerusalén y lo que los palestinos llaman la Nakba (Catástrofe): la creación del estado de Israel tal día como este lunes hace 70 años.
Por otra parte, la Policía israelí detuvo al menos a catorce personas en una manifestación celebrada a pocos metros de la nueva sede diplomática, después de reprimirlas haciendo uso de la fuerza y confiscase las banderas palestinas que portaban.
"Los manifestantes no se atuvieron a los términos acordados con la Policía. Corearon Alahui Akbar (Alá es grande) y la Policía les quitó las banderas, catorce manifestantes fueron detenidos en la escena", informó el portavoz policial, Miki Ronsfeld.