El pasado domingo tres terroristas de Estado Islámico murieron y otros cinco resultaron heridos por una estampida de jabalíes al suroeste de Kirkuk, en Irak. Según cuenta el diario The Telegraph, los cuerpos fueron hallados por un grupo de refugiados que trataban de escapar de la zona ocupada.
Al parecer, los terroristas estaban escondidos al borde de un campo cerca de Kirkuk cuando fueron atacados. El jefe adjunto del servicio de inteligencia del ejército kurdo destacado en la zona, Azad Jelal, ha asegurado que los terroristas de Estado Islámico se vengaron tras el ataque de otros ejemplares de jabalíes, aunque no ha precisado el método.
Según Jelal, los tres muertos intentaban desertar y trataban de alcanzar el punto de control kurdo situado en Al-Rasahd para rendirse. Fue entonces cuando les sorprendió la estampida. Estos terroristas estaban preparados para atacar a las tribus locales que habían escapado. Precisamente, este miércoles se ha sabido que las autoridades de Irak han acusado a Estado Islámico de asesinar a tres civiles a los que acusó de colaborar con las fuerzas de seguridad del país árabe.
Fuentes del Mando de Operaciones de Bagdad citadas por el portal local de noticias Iraqi News han indicado que las ejecuciones han tenido lugar en la localidad de Rawa, situada en la provincia de Anbar (oeste).
El suceso ha tenido lugar apenas un día después de que las autoridades iraquíes acusaran a los yihadistas de ejecutar a un grupo de civiles por intentar escapar de la localidad de Hawiya, ubicada en la provincia de Kirkuk.
El portavoz de las tropas de movilización tribal de Hawiya, Ahmed Jurshid, indicó que "los ejecutados habían ayudado a sus familias a escapar a las regiones liberadas", tal y como recogió el portal local de noticias Kirkuk Now.
Por su parte, el jefe de la tribu Al Naem, el jeque Marzuq al Naemi, cifró en al menos 25 los ejecutados, agregando que la cifra podría aumentar ya que hay varios desaparecidos. Estado Islámico ha ejecutado a miles de civiles a los que ha acusado de colaborar con las autoridades y las fuerzas de seguridad desde que declarara su califato en verano de 2014.