Las fuerzas de seguridad iraquíes han hallado una fosa común con más de cien cadáveres en su interior, en el oeste de la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, según ha informado el responsable del gobierno provincial de Nínive Zahed al Jatuni.
Los cadáveres son de personas que fallecieron por la explosión de minas cuando trataban de huir de los barrios occidentales de la ciudad, controlados por el grupo yihadista, Estado Islámico.
Entre quienes perdieron la vida hay mujeres y niños, quienes, según el responsable provincial, se equivocaron de camino en su huida y entraron en campos de minas colocados por los islamistas para defenderse del Ejército iraquí, que lanzó el pasado día 19, una ofensiva para expulsar al Estado Islámico de los distritos del oeste de la urbe.
Según Al Jatuni, "las fuerzas iraquíes no han aprendido de los errores cometidos durante la liberación de los barrios orientales de Mosul" y no informaron de manera clara a los habitantes de las zonas ocupadas que querían huir del yugo de los extremistas. "Esto es lo que provocó la tragedia", subrayó el funcionario.
En este sentido, insistió en la importancia de indicar bien a los civiles los pasos seguros, mediante páginas web o panfletos, y que estos sigan los caminos trazados sin salirse de las rutas establecidas.
Más de 1.500 personas abandonaron ayer el barrio de Al Maamun, uno de los primeros en los que han irrumpido las fuerzas iraquíes en el marco de la tercera fase de la ofensiva para liberar Mosul.