El primer ministro de Irak, Haider al Abadi, ha declarado la victoria sobre el grupo terrorista Estado Islámico en la ciudad de Faluya, si bien ha reconocido que aún quedan "algunos reductos" que continúan en poder de los milicianos yihadistas. Las fuerzas iraquíes han logrado entrar en el centro de la ciudad, casi cuatro semanas después del inicio de una ofensiva que ha contado con el apoyo de la coalición internacional.
Las tropas del Gobierno han logrado hacerse con el control del edifico del gobierno municipal y la bandera iraquí ondea de nuevo en el edificio. Al Abadi ha comparecido en televisión para confirmar ante los iraquíes el éxito de la ofensiva, gracias a la cual el Ejército ha "ampliado su control dentro de la ciudad". Sin embargo, ha añadido: "Aún quedan algunos reductos que deberemos limpiar en las próximas horas".
Los milicianos todavía controlan una amplia parte de Faluya y muchas de las calles y viviendas habrían quedado sembradas de minas y explosivos, una táctica habitual para Estado Islámico. Después de la toma de la sede central del Gobierno iraquí en Faluya, las fuerzas iraquíes consiguieron recuperar el principal hospital de la ciudad.
El comandante de las fuerzas iraquíes a cargo de la operación para recuperar Faluya, el general Adbulwahab Al Saadi, ha explicado en una breve entrevista telefónica con el New York Times, que las fuerzas del Estado Islámico se han colapsado rápidamente y se han retirado de sus posiciones atrincheradas con relativa facilidad. Según fuentes del diario estadounidense, la falta de resistencia presentada por el Estado islámico se debe a que varios líderes de tribus locales, hasta ahora leales al grupo extremista, han cambiado de bando.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Ash Carter, también ha celebrado desde Washington los avances de las fuerzas del Gobierno iraquí en Faluya, si bien se ha querido mostrar cauto y ha subrayado que "queda algo de lucha por hacer".