El ministro de Energía turco, Taner Yildiz, ha elevado a 205 los mineros fallecidos como consecuencia de la explosión y el posterior incendios registrados en una mina de Soma, en el oeste de Turquía, y ha advertido de que podría ser el peor accidente minero de la historia de Turquía, ha informado la agencia de noticias Anatolia.
La mayor tragedia en una mina de Turquía sucedió en 1992, cuando una explosión de grisú mató a 263 mineros. El segundo y el tercer peor siniestro tuvieron lugar en 1983 y en 1990 y dejaron 103 y 68 muertos, respectivamente, por sendas explosiones de gas metano.
Tras la evacuación de nueve mineros vivos este miércoles por la mañana, las esperanzas de encontrar a más trabajadores con vida se van reduciendo, según ha explicado las autoridades turcas. "Estamos preocupados por la posibilidad de que el balance de muertos pueda aumentar", ha afirmado Yildiz, que ha explicado que se continúa inyectando oxígeno en la mina, que continúa siendo víctima del incendio.
Yildiz ha dicho que han sido encontrados 363 mineros de los 787 que trabajan en esta explotación de carbón, incluidos los fallecidos y los 80 heridos rescatados, de los cuales cuatro se encuentran en estado crítico.
El ministro de Energía ha indicado que se han realizado las autopsias en los cadáveres de 72 mineros y que el proceso de identificación se desarrollará a partir de este miércoles al mediodía. Todavía se desconoce la causa de la explosión. Yildiz ha dicho que las muertes se han debido a inhalación de monóxido de carbono y ha descartado que la explosión fuera causada por gas metano o grisú.
La deflagración se ha registrado cuando se estaba realizando el cambio de turno, lo que hace temer un número de fallecidos aún más elevado que el balance actual. El presidente turco, Abdulá Gul, ha ordenado al Gobierno regional de Manisa que ponga todos los medios disponibles para rescatar a los mineros.