Al menos nueve niños murieron hoy tras la explosión de una bomba ocurrida esta madrugada a la salida de un partido de fútbol en la ciudad de Karachi, en el sur de Pakistán, informó a Efe una fuente policial. Algunos medios locales elevaron a once el número de muertos.
El ataque, que dejó una veintena de heridos, ocurrió en el popular barrio de Lyari y fue perpetrado con una motocicleta bomba activada por control remoto cuando el público salía del estadio, afirmó un responsable policial de la zona, Salim Marwat.
"Concretamente, los niños fallecidos tenían entre 10 y 13 años y estaban jugando al fútbol en una calle anexa al estadio cuando el artefacto estalló cerca de ellos", detalló a Efe Marwat, quien añadió que el atentado ocurrió a las 02.00 hora local (21.00 GMT del martes).
Otro responsable de la Policía de Karachi, Tariq Dharejo, declaró al canal local Geo que el objetivo del ataque, que aún no ha sido reivindicado, era un miembro del Gabinete regional, Javed Nagori, que resultó ileso. El atentado en el estadio de fútbol llegó después de que se produjeron otras cuatro explosiones sin víctimas en varios puntos de Karachi, la ciudad más poblada del país con cerca de 20 millones de habitantes.
Capital financiera del país, Karachi es también el núcleo urbano en el que se registra el más alto índice de muertes violentas en Pakistán.Al crimen organizado con trasfondo político se suma la recurrente violencia sectaria que golpea habitualmente a las minorías religiosas del país, casi todas presentes en los barrios de Karachi. El primer ministro, Nawaz Sharif, condenó "enérgicamente" los atentados en Karachi en un comunicado.