La dictadura comunista china quiere controlar hasta qué cantan sus ciudadanos. Por ello, el Ministerio de Cultura está preparando un nuevo listado de canciones que considera que son "subversivas" o "contrarias a la unidad nacional" del país, con el objetivo de prohibir su reproducción en los tradicionales locales de karaoke, una de las aficiones preferidas de los ciudadanos para pasar su tiempo libre, según un documento oficial.
Los locales de karaoke serán responsables de la música que se reproduzca y de eliminar cualquier canción del repertorio que "ponga en peligro la unidad nacional, la soberanía o la integridad territorial o dañen la seguridad nacional, su honor o intereses", según el texto del Ministerio publicado en su web gubernamental y recogido por el diario South China Morning Post (SCMP).
Igualmente se prohibirían las canciones que "inciten al odio étnico". En cambio, el Ministerio apuesta por canciones "sanas", "que fomenten la energía positiva" y afines a la postura del Gobierno. El documento no incluye ningún título en particular, pero las autoridades de China han prohibido con anterioridad canciones con contenido político, antisocial o soez como 'I love Taiwanese Girls', 'Fart', 'Beijing Hooligans' o 'Don't Want to Go to School'.
Una especialista en Hong Kong, Taiwán y China en general de la Freedom House, Angeli Datt, ha señalado que no es casual que se prepare la lista tras el centenario del Partido Comunista Chino, cuyo congreso estuvo marcado por la preocupación por la disidencia. "Señalan los archivos de canciones de los karaokes en el contexto de un plan más amplio para intentar imponer el vasto sistema de control de la información del Gobierno chino a todos los aspectos de la industria del entretenimiento", ha indicado.
"Quieren prohibir el contenido extranjero, religioso o político y fomentar una cultura tradicional y conservadora con el partido en el centro", ha subrayado.
El año pasado ya se prohibieron al menos un centenar de canciones de los karaokes, locales muy populares entre la juventud. En 2018 se prohibieron más de 6.000 canciones por motivos políticos y, principalmente, de derechos de autoría.