En una declaración leída ante los medios para actualizar el número de víctimas, el vicepresidente y encargado de la Defensa Nacional y Seguridad del Estado, Teodoro Nguema Obiang Mangue, precisó que, de los 615 heridos, 316 han sido dados de alta.
Los restantes 299 siguen ingresados en el Hospital Regional de Bata, el Centro Médico La Paz y el Policlínico Guinea Salud, agregó el vicepresidente, que este lunes visitó a las víctimas en varios centros médicos de la urbe ecuatoguineana. Esos datos suponen un gran aumento respecto a los últimos que había publicado el Ministerio de Sanidad, que se situaban esta tarde en 31 fallecidos y más de 500 heridos.
Anteriormente, el viceministro de Sanidad, Dámaso Mitoha Ondo'o, declaró desde Bata que el personal médico afronta la "abrumadora" tarea de socorrer a los heridos. La cifra de heridos "está reduciéndose porque se está dando de alta a gente en función de los diferentes niveles de atención que se requiera", explicó Mitoha, al precisar que Sanidad sólo reporta víctimas asistidas en sus centros. "Ahora que se han iniciado los trabajos en el punto cero, eso ya le toca a Protección Civil y los efectivos de Seguridad", afirmó el viceministro sobre los "datos de cuerpos que se están recuperando".
Las labores de rescate de posibles supervivientes se reanudaron este lunes entre los escombros del cuartel de intervención rápida del Ejercito, en el barrio de Nkoantoma, que contaba con una armería y quedó prácticamente reducido a ruinas, según las imágenes que emitió la televisión estatal TVGE.
Efectivos de las fuerzas de seguridad y del servicio de bomberos pudieron verse entrando en edificios devastados por la cadena de explosiones para rescatar los cadáveres sepultados bajo los cascotes, entre ellos niños, así como bolsas con cuerpos de víctimas en un lugar que parece sacado de una guerra y donde se ha impuesto un perímetro de seguridad que restringe el paso a la población.
No obstante, fuentes locales que tuvieron acceso a la zona aseguraron a EFE, bajo condición de anonimato, que "la situación está en calma ahora, sólo que hay demasiados muertos". "Estábamos recuperando cuerpos. Gente aplastada. Gente calcinada. Se están recuperando muchos cuerpos. Por la mañana, habíamos recuperado cuarenta, de las diez al mediodía. Hay más cuerpos, eso sí, porque creo que ya han llegado a cien hoy", dijo esa fuente.
El siniestro ocurrió por "la negligencia y descuido de la unidad encargada del cuidado y protección de los depósitos de dinamitas y explosivos anexos al de las municiones del cuartel militar", según anunció el presidente ecuatoguineano, Teodoro Obiang.