La misionera española Inés Sancho, de 77 años y perteneciente a la congregación francesa de les Filles de Jesus de Massac, ha sido decapitada en la aldea de Nola, diócesis de Berberati, en República Centroafricana.
El cuerpo sin vida de la misionera burgalesa fue hallado "horriblemente mutilado" el lunes en la habitación donde enseñaba costura en esta aldea cercana a la frontera con Camerún, según informa L'Osservatore Romano.
Monseñor Juan José Aguirre, titular de la diócesis de Bangassou desde el año 2000, ha explicado que "personas indeseables" entraron en la habitación de la misionera, "la sacaron de la cama" y el lunes "la descubrieron casi decapitada". "No se sabe por qué. Este martes ya ha sido enterrada", ha relatado en declaraciones a la Cadena Cope.
El papa Francisco ha pedido oraciones por la religiosa burgalesa Inés Sancho. "Ha dado la vida por Jesús al servicio de los más pobres. Recemos juntos un Avemaría", ha instado el pontífice durante la audiencia general de este miércoles. Francisco ha recordado que fue "asesinada bárbaramente en la República Centroafricana, en el lugar donde daba clases".
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha mandado su pésame y su cariño a la familia de la misionera y también a la de Fernando Hernández, el misionero salesiano que fue asesinado la pasada semana en Burkina Faso.
"Un abrazo a sus congregaciones y mi reconocimiento a su labor siempre al servicio de los más necesitados", ha escrito el jefe del Ejecutivo en un apunte en su cuenta oficial de Twitter.
Mi pésame y cariño para la familia de Inés, misionera española asesinada en Rep. Centroafricana, y para la de Fernando, misionero asesinado recientemente en Burkina Faso. Un abrazo a sus congregaciones y mi reconocimiento a su labor siempre al servicio de los más necesitados. https://t.co/c6ZcKOGsQn
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) May 21, 2019