Tras una campaña dominada por las cuestiones económicas y la amenaza de Corea del Norte, Shinzo Abe se perfila como ganador en las elecciones legislativas que se celebran este domingo en Japón. Según los últimos sondeos, el PLD no tendrá problema para reeditar el gobierno, ya que podría lograr 300 de los 465 escaños que están en juego.
El primer ministro –de 63 años–, decidió el pasado mes de septiembre disolver el Parlamento y adelantar las elecciones generales para hacer frente a los escándalos por favoritismo de su gobierno y, sobre todo, tras la derrota histórica de su partido en el Gobierno regional de Tokio en julio de este año. Esta administración está ahora en manos de su rival Yuriko Koike –de 65 años–, que hasta hace unos meses había formado parte de su gabinete. La líder conservadora –una conocida periodista televisiva–, anunció además que su nueva formación, el Partido de la Esperanza, también concurriría a los comicios. Sin embargo, un programa electoral no muy definido en lo económico y el hecho de que ella no sea la candidata a liderar el gobierno, han provocado una importante bajada en sus perspectivas electorales. Eso sí, ha reactivado el interés por una cita electoral en la que se prevé que la participación crezca con respecto a otras ocasiones.
Papel del centro izquierda
Habrá que ver también el papel que pueda jugar otra nueva coalición: el Partido Demócratico Constitucional. Liderados por Katsuya Okada, tienen un perfil de centro-izquierda y se constituyen como la alternativa progresista al PLD, en el poder desde los años 50. Los de Shinzo Abe han gobernado el país desde 1955, excepto un breve lapso del Partido Democrático (PD) de 2009 a 2012; una formación al que el adelanto electoral ha pillado con el pie cambiado y que ha decidido no presentarse a estos comicios.
Si finalmente se cumplen los pronósticos y Abe es reelegido al frente del gobierno tiene en mente dar continuidad a su política de estímulos económicos multimillonarios, conocida como Abenomics. Una gestión cuyo resultado ha sido el periodo expansivo más largo de los últimos once años y el mejor momento económico desde que el actual primer ministro llegara al poder hace cinco años. Y es que se prevé que el Producto Interior Bruto (PIB) de Japón se mantenga en su progresión, y que la Bolsa de Tokio continúe en la senda alcista que le ha llevado a los niveles máximos de las últimas dos décadas, si Shinzo Abe revalida el gobierno del país del Sol Naciente.