Al menos siete personas, entre ellas cuatro terroristas, murieron este jueves en Indonesia tras un atentado con explosivos seguido de un tiroteo en el centro de Yakarta, informan medios locales y recoge Efe.
La Policía precisó que en el ataque participaron entre 10 y 14 hombres armados, de los cuales al menos dos habrían fallecido tras detonar los explosivos adheridos a su cuerpo.
La primera deflagración se produjo al mediodía en un puesto de policía, reporta el canal local DetikTv, que muestra fotografías recogidas en las redes sociales donde se puede apreciar el cuerpo de, al menos, un oficial postrado en el asfalto.
Tras el estallido se inició un intenso tiroteo seguido por más explosiones en las que resultaron heridos varios agentes y al menos tres civiles, dijo el portavoz de la Policía, Iqbal Kabid, a DetikTV. El intercambio de disparos continuó en un cine y en un local de la cadena Starbucks situados en el centro comercial Sarinah, en el barrio de Jalan Thamrin, cercano al palacio presidencial y a oficinas de la ONU.
La Policía acordonó la zona alrededor del centro comercial, donde permanecerían al menos seis asaltantes y seguirían los tiroteos, según el canal Metro TV. "Estamos 'esterilizando' el edificio desde del sótano hasta arriba", dijo Kabid.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, condenó el ataque y pidió que se evite especular con la pertenencia a grupos extremistas de los posibles responsables y esperar hasta que termine la investigación policial. "Condenamos los ataques. Hay que perseguir y atrapar a esos hombres y su red. No debemos tener miedo. No podemos ser derrotados por actos terroristas", añadió el mandatario.
En alerta por yihadismo
Indonesia permanecía en alerta por posibles ataques contra las autoridades locales y lugares frecuentados por extranjeros.
El país islámico más poblado y donde los musulmanes componen el 88 por ciento de sus 250 millones de habitantes, Indonesia ha sufrido varios ataques perpetrados por radicales islamistas.
El ataque de mayor envergadura se registró en 2002 en la turística isla de Bali, y causó 202 muertos, en su mayoría visitantes australianos.