El papa Francisco ha concedido a todos los sacerdotes católicos del mundo la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes pidan perdón de corazón durante el Año Santo de la Misericordia, que comenzará el próximo 8 de diciembre de 2015.
"He decidido, a pesar de cualquier disposición contraria, conceder a todos los sacerdotes por el Año Jubilar la facultad de absolver del pecado de aborto a cuantos lo hayan cometido y pedido perdón de corazón", establece el papa Francisco en una carta enviada al presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, Rino Fisichella, con fecha 1 de septiembre de 2015.
Además, precisa que los sacerdotes deben prepararse para esta "gran tarea" sabiendo "conjugar palabras de genuina acogida con una reflexión que ayude a comprender el pecado cometido, indicando un camino de auténtica conversión".
El Pontífice admite que algunos ven el aborto con una conciencia "superficial, casi sin darse cuenta del gravísimo mal que este acto comporta", pero precisa que "muchos otros lo viven como una derrota, por pensar que no tienen otro camino". Concretamente, se refiere a las mujeres que abortan y dice conocer bien los motivos que les llevan a tomar esta decisión.
"He conocido a tantas mujeres que llevan en su corazón la cicatriz por esta elección dolorosa. Lo que ha ocurrido es profundamente injusto pero solo al comprenderlo en su verdad se puede no perder la esperanza. El perdón de Dios a todo aquel que se arrepiente no puede ser negado, sobre todo cuando se acude a la confesión con un corazón sincero", precisa en la misiva.
En el texto, escrito con motivo del Año de la Misericordia, el Papa recuerda que desde el próximo mes de diciembre hasta el mismo mes de 2016 podrán obtener la indulgencia plenaria, es decir, el perdón de sus pecados, todos aquellos fieles que realicen una pequeña peregrinación hasta la Puerta Santa abierta en todas las catedrales o en las iglesias determinadas por el obispo de cada diócesis, o en las cuatro basílicas papales de Roma.
Asimismo, Francisco dispone en la carta que en los Santuarios donde permanezca abierta la Puerta de la Misericordia y en las iglesias tradicionalmente identificadas como jubilares, se pueda obtener dicha indulgencia. En todo caso, precisa que es importante para obtenerla que esta peregrinación vaya unida al sacramento de la confesión y a la celebración de la Eucaristía con una reflexión sobre la misericordia.
"Será necesario acompañar esta celebración con la profesión de fe y con la oración por mí y por las intenciones que llevo en el corazón, por el bien de la Iglesia y del mundo entero", añade.
Indulgencia plenaria para los presos
El Papa también enumera unas situaciones específicas en las que no será necesaria la peregrinación para obtener la indulgencia plenaria. Concretamente, los presos podrán obtener la absolución de sus pecados en la capilla de la cárcel y "cada vez que pasen por la puerta de su celda rezando a Dios será como si cruzaran la Puerta Santa", según matiza. Otros casos son los de los enfermos que podrán obtenerla yendo a Misa y siguiendo los eventos del año a través de los medios y toda persona que realice una obra de caridad en primera persona.
Finalmente, Francisco puntualiza que el Año Jubilar de la Misericordia tampoco excluye a aquellos fieles que frecuentan celebraciones oficiadas por sacerdotes de la Fraternidad de San Pio X (lefebvrianos), que fue fundada en 1970 por el arzobispo Marcel Lefebvre, quien murió excomulgado en 1991 por negarse a reconocer el Concilio Vaticano II y por haber ordenado a cuatro obispos sin el consentimiento del Papa.
"Por mi propia disposición, establezco que los fieles que durante el Año de la Misericordia se confiesen con sacerdotes de la Fraternidad San Pio X, recibirán válida y lícitamente la absolución de sus pecados", subraya.
Benedicto XVI ya dio varios pasos para permitir la reconciliación de los 'lefebvrianos' con la Iglesia católica y ahora Francisco dice confiar en que en un futuro próximo se encuentre una solución para recuperar la plena comunión con los sacerdotes y superiores de esta Fraternidad.