Al menos 19 personas han muerto y otras 123 han resultado heridas en el atentado con bomba perpetrado este lunes en el templo hindú de Erawan, en Bangkok, según el último balance proporcionado por la Policía tailandesa.
Alrededor de las 19.00 (hora local) una bomba cargada con tres kilos de TNT y oculta en una de las fuentes del templo hindú ha estallado con un radio de acción de 100 metros, arrasando con todo lo que ha encontrado a su paso.
Aunque en un primer momento la prensa tailandesa ha informado de que había 27 muertos, posteriormente la Policía ha rebajado la cifra a 16, sumando ahora tres más. Doce de ellos han muerto en el acto, mientras que los restantes lo han hecho en los hospitales.
El templo hindú de Erawan, muy próximo al cruce de Ratchprasong, es frecuentado tanto por residentes locales como por turistas, especialmente del este de Asia, y en sus alrededores hay varios hoteles y centros comerciales.
El lugar ha sido escenario de multitudinarias protestas políticas estos años y ha registrado otros dos ataques con bomba. En febrero, estalló un artefacto junto al centro comercial Siam Paragon y en abril explotó un coche bomba en el aparcamiento del Central Festival Koh Samui.
Tras la explosión, la Policía y el Ejército han acordonado rápidamente la zona y han iniciado una búsqueda en la que han hallado otros dos objetos sospechosos que finalmente se ha confirmado que no contenían material explosivo, de acuerdo con el 'Bangkok Post'.
Los comercios cercanos han cerrado sus puertas, pero el resto de la capital tailandesa continúa con su actividad normal, según testigos. De momento, el Gobierno solo ha ordenado el cierre de los colegios para este martes por razones de seguridad. El Ejecutivo ha revelado que ya está siguiendo "posibles pistas" sobre la autoría del atentado pero ha rechazado pronunciarse por el momento sobre quién podría estar detrás del mismo.
El viceportavoz del Gobierno, el general Werachon Sukhondhapatak, ha defendido que es "demasiado pronto para especular" sobre quién puede estar detrás, aunque ha asegurado que se están siguiendo "posibles pistas", informa el diario The Nation.
En otras declaraciones a la cadena Thai PBS, el portavoz ha dado a entender que el ataque obedecería a motivos políticos y ha hecho referencia a los rumores sobre la declaratoria del estado de emergencia, algo que ha desmentido.
Mucho más directo se ha mostrado el portavoz del Ministerio de Defensa, Kongcheep Tantrawanich, para quien el ataque es "obra de aquellos que han perdido sus intereses políticos y quieren destruir el 'momento feliz' de los tailandeses".
"Es un intento de arruinar la imagen turística de Tailandia y provocar daño al sector empresarial del país", ha añadido, según el 'Bangkok Post', denunciando que el objetivo han sido personas inocentes en un lugar muy concurrido.
"El grupo detrás de la bomba debe detener el acto salvaje realizado contra sus compatriotas tailandeses y dejar de perjudicar a la nación", ha sostenido el general Kongcheep, recordando que la capital y otros puntos del país han sufrido ataques similares en los últimos años.
Por otra parte, el Gobierno ha descartado que el ataque sea obra de los insurgentes musulmanes a los que se enfrenta en el sur del país desde hace más de una década. Los rebeldes islamistas no suelen extender sus acciones fuera del bastión de la etnia malaya.
CCTV of the moment of the explosion in #Bangkok tonight - RT @khunnPLOY: พี่ที่ทำงานส่งมาให้ดู CCTV #ราชประสงค์ pic.twitter.com/wwLPLiIVNR
— Richard Barrow (@RichardBarrow) agosto 17, 2015