La dictadura de Corea del Norte inaugurará el 1 de julio la nueva terminal del Aeropuerto Internacional de Pyongyang, considerada una de las grandes obras del joven dictador Kim Jong-un para impulsar el turismo y la economía del país. Según el régimen, se encargará de operar vuelos internacionales, mientras que la antigua se limitará a los vuelos domésticos.
La agencia estatal KCNA difundió varias fotos de las instalaciones coincidiendo con una visita del dictador, Kim Jong-un, y algunos de los responsables. Sin embargo, una web asiática citada por el Daily Mirror citó una ausencia destacada: la del arquitecto Ma Won Chun, el responsable de los proyectos más importantes del país.
Según el diario, el arquitecto habría sido ejecutado en noviembre de 2014 junto a otros altos cargos en una de las purgas del régimen. Los cargos, "prácticas corruptas" y "fallos en la ejecución de órdenes". Su desaparición coincidió con el anuncio de cambios en los planes sobre el aeropuerto porque el dictador no estaba plenamente satisfecho. En ese momento, se indicó que en la última fase de la construcción los encargados del diseño no habían "preservado" en el edificio "el carácter y la identidad nacional" de Corea del Norte.
Ahora que la inauguración está casi lista, la agencia oficial del régimen ha explicado que se abrirán en el aeropuerto "restaurantes no solo de comida asiática, sino también de comida europea". Sus dimensiones, además, serán mucho mayores que las de la vieja terminal, que carece de restaurantes y sólo incluye dos pequeñas tiendas libres de impuestos.