Arabia Saudí es un clásico en las clasificaciones de países más crueles y que más persiguen a los cristianos. El cristianismo y cualquier manifestación religiosa que no se corresponda con la corriente islámica del wahabismo está prohibido y perseguido. Que se lo digan por ejemplo a un cristiano libanés que fue condenado a seis años de prisión y 300 latigazos tras ser acusado de animar a una mujer a convertirse al cristianismo. O a las 41 personas que la Policía religiosa detuvo por "conspiración" por reunirse en un domicilio privado a rezar.
Sin embargo, la situación no siempre fue así. Hace siglos la península arábiga albergó un cristianismo muy vivo, que fue diseminado por toda la zona gracias a los misioneros. Era una época en la que el cristianismo experimentaba una rápida expansión y aún era muy joven. Era la época preislámica. Después todo cambió. Hasta hoy. Y eso que Arabía Saudí nunca ha tenido tantos cristianos como ahora, donde millones de trabajadores filipinos, indios y de otros países son cristianos pero no tienen derecho ni a expresarlo ni a vivir su fe.
Pero lo que no puede hacer la Policía religiosa saudí ni sus extremistas leyes es borrar la historia. Y un descubrimiento arqueológico ha puesto de manifiesto el pasado cristiano de la tierra que ahora es Arabia Saudí. Según informa Asia News, un gran bosque de cruces con nombres de mártires ha sido descubierto por un grupo de investigadores de la Universidad Aix-Marseille en el desierto. Los arqueólogos, comandados por Fréderic Imbert, han datado el descubrimiento en el periodo comprendido entre los años 470-475, mucho antes del nacimiento de Mahoma.
Las inscripciones esculpidas en las paredes del Jabal Kawkab (la montaña de la estrella) ponen de manifiesto la presencia de una comunidad cristiana viva en el siglo V en la zona. Imbert aseguró en una conferencia en la Universidad Americana de Beirut que "no son las únicas conocidas en Arabia del sur pero son sin duda las más cruces cristianas más antiguas". En ellas hay textos cristianos y los nombres de mártires de la persecución en aquella época.
Las cruces e inscripciones se extienden a lo largo de más de un kilómetro y se remontan al reino de Shurihbil Yakkuf y en cuyo reinado en el sur de Arabia se dio una fuerte persecución contra los cristianos, hecho que aparece incluso en el Corán. Los supervivientes pidieron auxilio al rey de Etiopía y éste envió una expedición militar que liberó a los cristianos instaurando en Arabia un reino cristiano hasta la llegada del islam. El cristianismo se difundió en Arabia a partir del siglo IV gracias a misioneros persas del Imperio Sasánide y también con los misioneros siriacos.
La actual dictadura saudí
De aquellos tiempos ya sólo queda la persecución y los vestigios que muestran que en esta tierra la cruz estuvo muy presente. Actualmente el Corán es el que ejerce como Constitución en el país y la sunna, la tradición islámica, ocupa un papel primordial a la hora de formular las leyes.
Según señala el Informe de Libertad Religiosa en el Mundo de Ayuda a la Iglesia Necesitada, toda la vida política, social y personal está sometida a la sharia conforme a la tradición más rigurosa y extremista del islam.
Sólo contando a los católicos, hay más de un millón y medio en Arabia Saudí, pero tienen prohibido no sólo el culto sino la posesión de símbolos cristianos. El motivo es que las autoridades religiosas consideran el país como una una gran mezquita por lo que todos los no musulmanes que viven en el país no pueden ser enterrados en dicha tierra.
El testimonio de un católico español
Libertad Digital ya relató el testimonio de un católico español que vive en Arabia Saudí. En su testimonio relató cómo hay que ingeniárselas para poder seguir viviendo su fe una vez que te instalas en Arabia y lo primero que recordaba es que "la fe se vive de forma privada". Cualquier desliz, palabra o símbolo como una cruz o un rosario puede llevar a la cárcel o a ser expulsado del país. Peor suerte puede correr si el detenido es un ciudadano local o procedente de un país no occidental.
Pese la prohibición de cualquier práctica religiosa hay occidentales que se arriesgan a ser arrestados. De este modo, nos relataba que pese a todo "hay misas en algunas embajadas" e incluso "en algunas casas particulares". Según afirmaba, "en principio parece que las autoridades hacen la vista gorda siempre y cuando no se haga mucho ruido, es decir, se lleve de forma discreta".
En cierto modo el ser occidental puede suponer cierta ventaja a la hora de realizar esta serie de prácticas ya que se tiene algo más de manga ancha. "La Policía religiosa afecta a todos pero su agresividad depende de las épocas", indica, para añadir que "no es lo mismo por ejemplo ser europeo que filipino. A nosotros se nos trata mejor en Arabia en todas partes".
Este español explicaba que "en Arabia la única apertura religiosa que puede haber es la de que las autoridades hagan la vista gorda a las celebraciones privadas". Y es que "aparentemente -añade- un hadiz (dicho de Mahoma) prohíbe la existencia de dos religiones en Arabia y es en esto en lo que se basan para prohibir las iglesias". Por ello, considera que "Arabia es un caso excepcional que no se puede comparar con ningún otro país en la zona".