David Guillamón, portavoz de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), ha explicado en Es la Tarde de Dieter sobre el siniestro del avión de Swiftair que "en un accidente aéreo nunca hay una sola causa".
Hay factores de todo tipo como "circunstancias meteorológicas, factores técnicos, humanos… e incluso que están muy arriba como la buena gestión de la empresa o la supervisión de la compañía por parte de la administración". Dentro del factor humano puede influir "el adecuado descanso de los pilotos, la formación continua…" y entre las técnicas "el buen mantenimiento de la aeronave".
Factor meteorológico
En las últimas horas se ha publicado que una tormenta de arena podría haber desestabilizado el avión de Swiftair. Sin embargo, Guillamón ha explicado que "en principio las tormentas de arena sólo pueden causar daños en altitudes bajas en las fases de aproximación o despegue y no en altitud de crucero", momento en el que se encontraba el avión español.
Es cierto, ha reconocido, que la zona del siniestro "en esta época del año tiene movimientos convectivos muy potentes". Éstos son "movimientos verticales de la atmósfera con mucha energía en donde los aviones no pueden volar". Sin embargo, "estas tormentas son evitables ya que las aeronaves van dotadas de radares meteorológicos".
Además "los pilotos están muy entrenados y éstos tenían mucha experiencia en vuelo". A ello hay que sumar "el trabajo en equipo de pilotos y controladores". Precisamente este último factor podría haber influido ya que esa zona de África carece de tecnología avanzada. "No todos los países tienen los recursos que tenemos en Europa donde un avión desde que despega hasta que aterriza está unido a tierra por un cordón umbilical".
De esta forma, "el avión está en contacto en todo momento con controladores aéreos que lo tienen bajo vigilancia radal y por comunicación voz". En Canarias, donde no llega la cobertura del radar, "hay sistemas por satélite".
En otras regiones "solo hay cobertura radio, donde los operadores de tierra solo dan información y no hay control de tráfico aéreo en el que los controladores somos los responsables de separar a las aeronaves unas de otras". Sin embargo en rutas de África "ni siquiera hay cobertura radio y los pilotos tienen que radiar su vuelo para advertir a las demás aeronaves de dónde están".
David Guillamón ha contado que pese a que el avión se estrelló en Malí "ese espacio aéreo depende de Níger donde tienen un radar de aproximación que alcanza unas 200 millas". El avión siniestrado, ha añadido, "estuvo en radar un par de ocasiones pero tras solicitar un desvío por cuestiones meteorológicas salió de la cobertura radar".
La caja negra
El portavoz de USCA ha asegurado que "la caja negra es clave en la investigación de accidente aéreo ya que recoge todos los parámetros del vuelo hasta que aterriza". De esta forma, recoge desde comunicaciones de voz entre los pilotos a comunicaciopnes de voz de los pilotos con los controladores". Guillamón ha subrayado que "entiendo la necesidad de la gente por saber qué ha ocurrido pero determinar las causas de un accidente aéreo es una labor exhaustiva que puede llevar entre 6 meses y un año".
Por último, ha remarcado que "la investigación de un accidente aéreo no busca culpables sino que tiene el objetivo de averiguar las causas para que no vuelva a ocurrir en el futuro". Motivo por el que "la aviación hoy día sigue siendo tan segura".