Fue declarada clínicamente muerta por un hospital de Aurora, Filipinas. Según informa The Philippine Star, los padres de la pequeña la llevaron a urgencias el pasado viernes tras varios episodios de fiebres altas. "Mientras estuvo ingresada, el personal de la clínica y el médico confirmaron que la niña no tenía pulso, y el sábado por la mañana informaron de su fallecimiento", ha declarado el jefe de la Policía de Aurora, Heidil Teelan.
Los padres, que no han hecho declaraciones por petición de las autoridades, organizaron el funeral para el día siguiente, domingo 13 de julio, al que asistieron algunos enfermeros de dicho hospital. Uno de los vecinos, amigo de la familia, se acercó al ataúd para colocar a la niña cuando sintió que esta se estaba moviendo. La pequeña se encuentra ahora en su domicilio recibiendo asistencia y, de momento, no presenta ninguna patología grave.
En el vídeo, que ha tenido más de seis millones de visitas en dos días, puede verse el momento en el que el padre la recoge en brazos ante la conmoción de los presentes.