Nelson Mandela es una de las personalidades más respetadas del siglo XX. Los 27 años pasados en prisión y su papel fundamental en la caída del Apartheid le han hecho consolidarse como un símbolo de lucha pero también de reconciliación. Mucho menos conocida es su agitada vida personal, marcada por varios divorcios y dramáticos fallecimientos.
El joven Mandela se forjó una fama de mujeriego compulsivo ya en su época universitaria, como detalló la biografía del expresidente sudafricano de David James Smith. Se casó tres veces, aunque nunca practicó la poligamia, algo que había hecho su padre y que también defiende el actual presidente sudafricano Jacob Zuma.
En 1944, Mandela, contrae matrimonio con Evelyn Nkoto Mase. Con ella tuvo cuatro hijos, dos chicas, ambas llamadas Makaziwe, y dos chicos, Madiba Thembekile y Makgatho. Este primer matrimonio duró 13 años, pero acabó en divorcio en 1957. La lucha contra el Apartheid fue distanciando a Mandela de Evelyn, que como testigo de Jehová prefería mantener una total neutralidad política. Pero no sólo eso: también los continuos escarceos amorosos de Mandela acabaron por dinamitar la paciencia de su mujer, harta de ver cómo su marido se encontraba con su secretaria Ruth a altas horas de la noche, o pasaba su tiempo libre con otras "amigas" del Consejo Nacional africano. A pesar de ello, fue Mandela quien decidió de manera unilateral acabar con el matrimonio, algo que Evelyn nunca le perdonó.
Tras el divorcio, se mostró muy crítica con el aura de santidad que rodeaba a su marido. En una entrevista con el reportero Fred Bridgland se preguntaba: "¿Cómo puede considerarse a un hombre que ha cometido adulterio y abandonado a su mujer como un segundo Cristo? El conjunto del mundo venera en exceso a Nelson", señaló. Y es que, en los momentos finales de su relación, Mandela ya había iniciado una relación con la trabajadora social Winnie Mandikizela, que se convirtió en su siguiente esposa. Con ella, Mandela tuvo dos hijas, la primera antes del matrimonio.
Mucho más comprometida contra la discriminación racial que su anterior esposa, acabó convertida en símbolo de la lucha contra el Apartheid durante los 27 años que Mandela pasó en prisión. Llegó a conocérsela como la "Madre de la Nación" Pero, tras su liberación, su radicalización acabó con el matrimonio, al menos aparentemente. Se separaron en 1992 y en 1998 se celebró el juicio por el divorcio, que sacó a la luz los sucios asuntos de la pareja. Al parecer, Winnie también le había sido infiel a Mandela durante los años que pasó en prisión, y él llegó a acusarla de haberle "dejado solo" cuando recuperó su libertad.
Winnie es hoy en día una figura clave del Congreso Nacional Africano y mantiene unas posiciones más extremistas que las defendidas por su marido. En una entrevista concedida en 2010 a Nadira Naipaul afirmó que su marido "había dejado tirados a los negros" y que el único objetivo de su fundación era obtener dinero. Posteriormente se desdijo, pero su distanciamiento con Mandela es evidente. Por otro lado, Winnie ha sido acusada de fraude fiscal y ha sido incluso condenada a varias penas de prisión que no ha llegado a cumplir.
El tercer matrimonio de Mandela tuvo lugar en 1998 con Graça Machel, 27 años más joven que él y viuda del antiguo presidente mozambiqueño Samora Machel.
Una historia familiar turbulenta
Nelson Mandela ha sufrido en sus entorno familiar algunos de los problemas más graves de la sociedad sudafricana, como el sida o la alta mortalidad en los accidentes de tráfico.
De los seis hijos de Mandela sólo tres siguen con vida. Su primogénita Makaziwe falleció a las pocas horas de nacer y sus dos únicos hijos también fallecieron en circunstancias trágicas. El mayor, Madiba Thembi, falleció en un accidente de tráfico en 1969 con algo más de veinte años. El Gobierno sudafricano no permitió a Mandela acudir al funeral de su hijo, y tampoco al de su madre.
El segundo hijo, Makghato, enfermo de sida, falleció en el año 2005. Su muerte provocó gran conmoción en Sudáfrica que vio como su principal referente sufría en su propias familia una epidemia que afecta a cerca de seis millones de sudafricanos, ya que "la nación del arco iris" es el país con más infectados.
Asimismo, una bisnieta de Mandela falleció a los 13 años en otro accidente de tráfico durante el mundial del 2010. Esta muerte tuvo gran repercusión a nivel mundial y supuso un gran disgusto para el antiguo líder que no acudió a la ceremonia inaugural del mundial, unos días después.