Más de 600 personas han muerto por las inundaciones registradas en el estado indio de Uttarakhand. Además, al menos 55.000 personas se encuentran atrapadas, según informó el Gobierno a la cadena NDTV. Las autoridades advierten de que la cifra de fallecidos podría "aumentar dramáticamente" conforme bajen las aguas y los efectivos de rescate lleguen a zonas previamente inaccesibles.
"En realidad se han recuperado muchos más cadáveres, pero estamos más preocupados en salvar a la gente que en contabilizar los muertos", dijo a Efe por teléfono el secretario de Interior de Uttarakhand, Om Prakash.
Según Prakash, unos 10.000 efectivos de las Fuerzas Armadas y otros cuerpos que participan en las tareas de rescate han evacuado en los últimos días a un total de 73.000 personas desde las zonas afectadas.
Sin embargo, todavía permanecen atrapados varios miles de personas en distintos puntos montañosos de la región en los que la furia de la lluvia o las crecidas aguas del Ganges y sus afluentes han dañado carreteras, puentes y otras vías de comunicación.
"Vamos a tardar un tiempo en trasladar a toda esa gente a zonas seguras", admitió el secretario de Interior.
La mayoría de los afectados están siendo trasladados a Dehradún, la capital de Uttarakhand, un Estado a los pies del Himalaya y fronterizo con Nepal y China que alberga importantes destinos de peregrinaje, de ahí que muchos damnificados sean devotos originarios de otras partes de la India.
Por otro lado, La alta representante de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, expresó hoy su solidaridad con el pueblo indio, subrayando, además, que la UE "valora mucho a la India como país amigo y aliado estratégico".
Las inundaciones son frecuentes durante la temporada del monzón en la India aunque este año han sido hasta un 68% más fuertes de lo habitual. La India es un país que depende enormemente de sus lluvias para la agricultura, el sector que más trabajo genera.