Las protestas generalizadas en Turquía contra el Gobierno de Erdogan han vivido hoy un nuevo episodio. Varios millares de personas se han manifestado en el centro de Estambul, convocados por dos federaciones sindicales y dos colegios profesionales. La manifestación se ha desarrollado en un ambiente festivo y ha finalizado en la plaza Taksim, dónde siguen acampados varios millares de personas
En ésta y las demás marchas que han recorrido varias ciudades turcas se ha solicitado la liberación de todos los detenidos durante las protestas y se ha exigido la dimisión del Gobierno de Erdogan, tal y como informa EFE.
Estas manifestaciones sólo suponen un paso más en la situación de descontento generalizado que se ha propagado por Turquía en los últimos días y que tiene en la plaza Taksim su auténtico epicentro.
Una plaza convertida en símbolo
La plaza Taksim se ha transformado en un emblema para una parte de la población turca que se opone a la deriva autoritaria del Gobierno de Erdogan. La protesta permite a amplios sectores de la población, que se consideran mal representados, levanten su voz contra el Gobierno.
Pese a la efervescencia actual, el Partido de la Justicia y del Desarrollo, obtuvo en las últimas elecciones generales de 2011 el 49,8 % de los votos y no parece que su grandísimo apoyo rural haya disminuido en los últimos meses. Erdogan cuenta además con una sólida mayoría absoluta parlamentaria gracias a una ley electoral que excluye a todos los partidos que se queden por debajo del umbral legal de 10%. Por otro lado no parece
Entre los manifestantes predominan los jóvenes universitarios y los ciudadanos urbanos de clase media. Sin embargo entre los acampados también hay diversos grupos de kurdos y numerosos musulmanes contrarios al gobierno. Las protestas reúnen por lo tanto a un grupo heterodoxo de personas, entre los que predominan jóvenes laicos.
Diversas personalidades apoyan las protestas
El movimiento de protesta antigubernamental ha recibido diversos apoyos en las últimas horas. La comunidad expatriada turca ha convocado varias concentraciones en solidaridad con los detenidos y diversas personalidades han mostrado su apoyo.
Una de las declaraciones de respaldo más relevantes es la del escritor Orhan Pamuk. El autor de obras como Me llamo Rojo es el único Premio Nobel de Literatura turco y ha mostrado su apoyo a las protestas en un artículo publicado en el diario kemalista y de centro-izquierda Hürriyet. En él ha calificado al gobierno como "opresor y autoritario" y se ha referido a los manifestantes como una "esperanza para el futuro".