Tropas saudíes, se habla de mil hombres, han entrado en Bahrain a petición del Gobierno. El hecho ha ocurrido en el marco del Consejo de Cooperación del Golfo. Estamos ante un acto militar que sólo se puede justificar ante la emergencia de una amenaza a la soberanía nacional ¿Quién es la tercera potencia que pone en peligro la integridad de Bahrain?
La ciudad de Manama, capital del estado, ha sido testigo de manifestaciones populares demandando una mayor representación política. El régimen, como los restantes que conforman el Consejo, es una dictadura conservadora enraizada en el ideario wahabita característico de la región. Las manifestaciones comenzaron animadas por la ola democratizadora que tuvo en Túnez su punto de arranque, sin embargo en todo momento quedó patente que había un algo más que singularizaba estas protestas: su identidad chií. El régimen de la familia al-Khalifa supone la imposición de una minoría suní sobre una mayoría chií. En estas circunstancias democratización no sólo quiere decir más representación, implica un vuelco pro-chií en la gestión de los asuntos públicos.
Para comprender lo que está pasando creo que deberíamos tener en cuenta los siguientes hechos:
La entrada de tropas saudíes sólo se puede comprender si damos por sentado que las manifestaciones populares son una amenaza para la seguridad de los estados que conforman el Consejo, si son un instrumento del régimen iraní para minar tanto la influencia suní como la presencia norteamericana.
Para europeos y norteamericanos que han sido incapaces de dotarse de una estrategia para el Mundo Árabe, que actúan de forma reactiva y cara a la galería, presos de una opinión pública que simpatiza con las manifestaciones supuestamente prodemocráticas y de los intereses diplomáticos y mercantiles desarrollados durante décadas... este hecho supondrá un nuevo dolor de cabeza ¿Cómo justificar que la revuelta contra Gadafi es una expresión democrática mientras que las manifestaciones en Bahrain no?
El Consejo de Cooperación del Golfo representa cuantiosos intereses económicos, ante los que Occidente es extremadamente sensible. La estabilidad de la región es esencial para el mundo, con la excepción de Irán. Estados Unidos sufriría un serio varapalo si perdiera su base naval. Con este trasfondo ¿Cómo se sostienen las declaraciones de nuestros dignatarios en favor de las reformas democráticas, o lo que sean? ¿Va a resultar que hay una doctrina para los estados mediterráneos y otra para los del Golfo?
¡Vaya papelón el de europeos y norteamericanos sin líderes ni ideas, dando tumbos sin sentido y dejándose a jirones su autoridad internacional!