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Castillo se salva del proceso de destitución y se "reconcilia" con el radicalismo de Perú Libre

La oposición no logró los votos en el Congreso para llevar al pleno el proceso de destitución de un Castillo que mantiene un gobierno caótico.

Manifestantes protestan contra el gobierno de Pedro Castillo. | EFE

En poco más de cuatro meses al frente del país, el gobierno de Pedro Castillo ha provocado mucha incertidumbre, caos e improvisación. Esto, mientras los medios de comunicación han revelado en las últimas semanas los nombres de personas, asesores y amigos que rodean al presidente, y ciertas decisiones del Ejecutivo que han provocado la paralización de importantes proyectos mineros, claves para el crecimiento económico del Perú.

Hace unos días, el programa Cuarto Poder de América TV reveló las visitas que recibía Castillo fuera de la sede presidencial, algo que vulneraría la legislación peruana. Estas informaciones provocaron la indignación de la opinión pública y la posibilidad de que Castillo tuviera una "doble agenda". El último dato ha sido la relación que mantiene con personajes como Zamir Villaverde García, un hombre expulsado por la Fuerza Área y con acusaciones por robo agravado. Esta misma persona tiene varios ingresos registrados a la sede presidencial de Palacio de Gobierno.

Ante esta situación, el Congreso inició un proceso de destitución contra Castillo que fue ganando apoyos entre los congresistas. Entre las razones que se presentaron para argumentar la "incapacidad moral del presidente" se señaló "la designación en altos cargos públicos a personas contrarias al Estado de derecho y al sistema democrático por sus vínculos terroristas y de apología al terrorismo, por su injerencia por motivaciones personales en las Fuerzas Armadas y su total anuencia a la afectación de los derechos humanos de las mujeres a través de la violencia".

Sin embargo, este martes el pleno del Congreso rechazó la admisión de moción de vacancia presidencial con 76 votos en contra, 46 a favor y 4 abstenciones.

En los últimos días, Castillo buscó de manera desesperada un acercamiento con los líderes de los partidos representados en el Congreso para evitar este proceso. Sin embargo, algunos de los principales líderes políticos de la oposición rechazaron la invitación al señalar que no formarían parte de la estrategia del presidente para mejorar su imagen frente a la opinión pública.

El que sí estuvo en Palacio de Gobierno fue Vladimir Cerrón, fundador del partido marxista leninista Perú Libre que llevó a Castillo a la presidencia. Según algunas informaciones, este encuentro permitió resolver algunos problemas entre ambos, sobre todo después de ciertas designaciones, en especial la de Mirtha Vásquez como primera ministra. En aquel momento, el bloque "cerronista" votó en contra de la confianza del nuevo gabinete, pero este martes, toda la bancada oficialista (35 congresistas) votó en contra de admitir la moción de destitución.

Este nuevo acercamiento de Castillo con su mentor político ha provocado especulaciones sobre posibles futuros cambios en el gabinete, en especial de algunos miembros que fueron criticados por el ala dura de Perú Libre. Entre los que despertaron mayor oposición de los "cerronistas" están la propia Vásquez, y también otros ministros como el de Economía, Pedro Francke, -de quien Cerrón dijo en Twitter que "huele a Chicago Boy"- o de Óscar Maúrtua al frente de Exteriores, por no representar "el sentir de Perú Libre".

Esto significaría sin duda, una nueva radicalización del presidente.

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