El poeta, periodista y disidente Raúl Rivero ha fallecido a los 76 años en Miami, donde vivía exiliado desde hacía 16 años, consecuencia del cáncer que padecía, según informó a EFE su amigo personal, y presidente del Movimiento Democracia, Ramón Saúl Sánchez. Fue uno de los mayores exponentes de la disidencia de Cuba contra el régimen dictatorial castrista, tanto dentro como fuera del país.
Perteneciente a las primeras generaciones de periodistas que se graduaron en la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Habana tras el triunfo de la Revolución Cubana, Raúl Rivero fue uno de los firmantes de la Carta de los Intelectuales en junio de 1991, en la que se solicitaba al dictador Fidel Castro la liberación de los presos de conciencia. En 1995 fundó una agencia de noticias independiente del gobierno cubano, denominada Cuba Press.
En abril de 2003, Rivero fue uno de los miembros del Grupo de los 75 comunicadores y activistas encarcelados en la llamada Primavera Negra. Rivero fue condenado a 20 años de prisión, acusado de actividades subversivas encaminadas a afectar la independencia e integridad territorial de Cuba. Se le acusó de escribir contra el gobierno, haberse entrevistado con James Cason (diplomático estadounidense), y haber organizado reuniones opositoras en su domicilio.
Su esposa, Blanca Reyes, denunció en una carta enviada a la organización Reporteros sin Fronteras (RSF) las condiciones infrahumanas en que permanecía el poeta y periodista independiente cubano.
Rivero pasó en la cárcel año y medio de la que salió, gracias a las presiones internacionales, en noviembre de 2004, trasladándose inicialmente a España con toda su familia, donde estuvo exiliado desde 2005. Permaneció en España una década, desde donde se trasladó a Miami, ciudad en la que vivía con su esposa, Blanca Reyes (también disidente y Dama de Blanco).
Seguía la actualidad cubana
En EEUU mantuvo un perfil bajo, aunque seguía la actualidad de Cuba. En este sentido, el presidente del Movimiento Democracia, Ramón Saúl Sánchez, contó que Rivero estaba muy entusiasmado con el movimiento juvenil que se levantó en las calles de la isla el pasado 11 de julio y de los movimientos previstos para mediados de este mes en Cuba.
"Estaba optimista, contento con la reacción de los jóvenes, pero temía la reacción virulenta del régimen", dijo Sánchez, reacción que ya ha empezado a producirse, como la agresión al periodista opositor Vladimir Turró Páez del pasado viernes.
