La Dirección Antidrogas de Perú (Dirandro) ha superado este año el récord histórico de drogas decomisadas con un total de 62.494 toneladas de droga arrebatadas al narcotráfico (41.856 de ese total es cocaína). Todo ello, a pesar de que el gobierno de Perú Libre ha suspendido las operaciones para erradicar los cultivos ilegales de coca y únicamente se ha intervenido un 10% de lo cultivado, tal y como reconoce la propia Dirandro. El destino principal de la droga es Europa.
Según recoge El Comercio, el director de la Dirandro, el general PNP Raúl del Castillo, reconoce que una de las razones de haber superado el récord es que hoy existe más droga en el mercado. De hecho, la extensión del territorio donde se cultiva la hoja de coca en el país ha crecido 7.000 hectáreas con respecto al año pasado alcanzando las 61.000 en todo el país.
Y los cultivos seguirán aumentando, porque el nuevo ministro de Interior, Luis Barranzuela, ya ha informado a la DEA de que se han suspendido hasta nuevo aviso los operativos de erradicación de cultivos de coca en el Vraem, un área extremadamente pobre y centro de la actividad terrorista vinculada al narcotráfico. Perú Libre va camino de convertir Perú en un narcoestado gracias también al diputado Guillermo Bermejo, procesado por terrorismo e impulsor de una ley de hoja de coca para proteger los cultivos.
La producción potencial de cocaína pura en esas 61.000 hectáreas pueden alcanzar las 650 toneladas, lo que convierte a Perú en el segundo país con mayor capacidad para producir esta droga, superado solo por Colombia (936 toneladas de coca), según un informe de marzo de este año del Departamento de Estado de EEUU. Según los cálculos de la Dirandro recogidos por El Comercio, al año solo se decomisa el 10% de toda la droga que se produce en el país y el resto, va a Europa.
Según el general Del Castillo, la coca viaja en avionetas y contenedores marítimos desde Bolivia para luego ir a Argentina, Brasil o Uruguay. Después a África y, finalmente, a Europa. Con respecto a los cárteles que operan en Perú, se ha localizado a miembros de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación. También se ha detectado a la mafia italiana de Ndrangheta y Camorra, además del cártel de Los Balcanes.