Ya no es secreto para nadie de que dentro del Ejecutivo peruano las relaciones no son las mejores. Si por un lado está un presidente como Pedro Castillo que lanza ciertos mensajes que buscan tranquilizar el ambiente, por el otro, el primer ministro Guido Bellido enciende los ánimos de la población y de los partidos de oposición con declaraciones provocadoras y amenazadoras.
Uno de los últimos episodios fue el domingo 26 de septiembre cuando Bellido amenazó a la empresa explotadora y comercializadora del gas de Camisea, de cuyo consorcio forma parte Repsol. Anunció una renegociación del contrato o su nacionalización, lo que iba en contra de lo señalado por Castillo unos días antes en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington. El propio ministro de Economía, Pedro Francke, considerado del ala "moderada" del gabinete, dijo unas semanas antes que no se iba a expropiar el gas de Camisea.
Tras este claro desencuentro, este viernes Castillo desautorizó a Bellido en declaraciones a la prensa: "Si ha habido un exabrupto por parte del primer ministro Bellido, lo hemos corregido ya" y agregó que "tenemos una concepción más clara de lo que es la empresa privada luego de que hemos salido al exterior y hemos visto muchos compromisos por parte de la empresa privada".
Lo que está claro —y evidencias hay muchas— es que la influencia de Vladimir Cerrón es fuerte en las decisiones y declaraciones de Bellido, un hombre que se reconoce seguidor del líder y fundador del partido marxista leninista Perú Libre. De hecho, Cerrón se mostró contrario a las designaciones de Francke —de quien dijo en Twitter que "huele a Chicago Boy"- o de Óscar Maúrtua al frente de Exteriores, por no representar "el sentir de Perú Libre".
Sin embargo, en el mismo grupo parlamentario del partido de gobierno, la buena sintonía no parece ser una virtud. Un reportaje de Epicentro TV revela que las pullas y discrepancias entre los congresistas de Perú Libre están a la orden del día. En este chat, Cerrón envió un borrador de comunicado para exigir las renuncias del ministro de Exteriores y el viceministro Luis Enrique Chávez, por unas declaraciones de este último en las que señalaba que "el Perú ha señalado que, desde el 5 de enero, en Venezuela no hay ninguna autoridad que podamos considerar legítima". La cercanía de Perú Libre con el chavismo y Nicolás Maduro encendió los ánimos "cerronistas" y el propio Bellido —que fue elegido congresista en las pasadas elecciones— insistió en que se exigiera esas renuncias.
Otro caso apunta a la parlamentaria Betssy Chávez, considerada de la facción "castillista" del partido, y por esa razón blanco de ciertas críticas internas. Como ejemplo está un mensaje de su colega Kelly Portalatino que reenvía un mensaje de Twitter de Chávez en el que apoya la iniciativa de la Fiscalía y del ministro de Justicia para la incineración de los restos del terrorista Abimael Guzmán, algo a lo que se opuso Perú Libre en su momento. Según 'Epicentro TV', Portalatino insistió en señalarla al compartir otro mensaje de Twitter en el grupo de chat: "Betsy Chávez juega a un solo partido bien definido: Betsy Chávez. Me da la impresión de que cuando lo crea conveniente abandonará Perú Libre y luego a Pedro Castillo".
EN VIVO | Congresista Betssy Chávez se pronuncia tras la difusión de unos chats de la bancada Perú Libre ► https://t.co/WAgcNzGC9I pic.twitter.com/DpYb5aGGZO
— Canal N (@canalN_) October 2, 2021
Lo último es lo ocurrido con el ministro de Trabajo, Íber Maraví. El jueves estuvo en el Congreso respondiendo a unas preguntas de la oposición por sus vínculos con el grupo terrorista Sendero Luminoso, tras lo cual fue presentada una moción de censura en su contra que será votada en los próximos días. Ante esta posibilidad, Bellido volvió con las amenazas al plantear una moción de confianza, que en caso de ser rechazada por el Congreso, apuntaría a la renuncia de todos los ministros. El hecho es que en Perú el presidente tiene la potestad de disolver el Congreso en caso de ser rechazadas dos mociones de confianza. La oposición sabe que Castillo podría entonces forzar esa posibilidad.
Sin embargo, esa alternativa fue rechazada por Castillo, según reveló la presidenta del Congreso, Maricarmen Alva, tras reunirse con el presidente el mismo jueves por la noche. En otras palabras, una nueva desautorización por parte de Castillo a Bellido.
No aceptaremos amenazas contra la democracia peruana, vengan de donde vengan. Eso no es negociable. El Congreso de la República no está en pie de guerra, sino de reconstrucción nacional. pic.twitter.com/tsPlDKKmdN
— Maricarmen Alva (@MaricarmenAlvaP) September 30, 2021
Las divisiones, entonces, parecen ser una característica del grupo parlamentario y también del Ejecutivo y ambos casos tienen un denominador común: Vladimir Cerrón, el mismo que hace unos días fue señalado por la Fiscalía como cabecilla de una organización criminal en el marco del proceso contra los "Dinámicos del Centro".
Ante este panorama, los rumores sobre una posible ruptura entre Castillo y Bellido, y por lo tanto con Cerrón, son continuos, aunque por el momento no parecen tener consecuencias claras, más allá del cruce de declaraciones. Nadie sabe con certeza la razón por la que Castillo no se atreve a dar ese paso. El hecho es que gran parte de la opinión pública pide la renuncia de Bellido para que un alejamiento del "cerronismo" por parte del gobierno baje la tensión política en el Perú, algo que claramente no ocurre desde el 28 de julio, día en el que se inauguró este gobierno.