Mientras se siguen acumulando los cuestionamientos a algunos de sus ministros, especialmente contra Íber Maraví, señalado por sus vínculos con el grupo terrorista Sendero Luminoso, y también contra el primer ministro Guido Bellido, el comunista Pedro Castillo dio este lunes su primer discurso a la Nación en el Palacio de Gobierno desde que fue investido presidente del país.
Sin embargo, cuando la población esperaba decisiones para salir de una crisis política ocasionada por el caos de su gabinete, y la constante influencia de Vladimir Cerrón, el que parece manejar los hilos del gobierno, Castillo solo se refirió a algunas medidas que su gobierno tomará para, según él, reactivar la economía mediante un bono de ayuda a las familias y un aporte para bajar el precio del gas, entre otros anuncios.
Sólo al final de su intervención, dijo que su gabinete "está en constante evaluación, todos los servidores públicos tienen el deber de trabajar arduamente y de manera transparente. Sus resultados hablarán por ellos".
Antes informó sobre las compras de vacunas, además de anunciar que "producto de las negociaciones entre el gobierno peruano y el gobierno ruso, se ha coordinado la instalación de una planta de producción de la vacuna Sputnik en el país".