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Castillo-Cerrón, una lucha comunista por el poder en Perú que no llegó a explotar… por ahora

El evidente conflicto entre el presidente y el fundador del partido Perú Libre estuvo a punto de provocar un sismo entre los comunistas.

Pedro Castillo y Vladimir Cerrón. | Internet / Cordon Press

Poco menos de un mes después de juramentar como nuevo presidente del Perú, el comunista Pedro Castillo no parece mantener en los mejores términos su relación con Vladimir Cerrón, fundador del partido Perú Libre que lo llevó al poder, investigado por diversos delitos -como organización criminal y tráfico de influencias- y el que para muchos mueve los hilos de las decisiones del gobierno.

De hecho, el quiebre ocurrió cuando Castillo decidió designar a Óscar Maúrtua como nuevo ministro de Exteriores, en reemplazo del exguerrillero y admirador de la dictadura castrista, Héctor Béjar, que dimitió poco antes. Aquel día, Cerrón mostró su disgusto a través de Twitter señalando que el nombramiento "no representa el sentir de Perú Libre".

Después de eso, los rumores apuntaban que la relación se iba deteriorando poco a poco. De hecho, la revista digital Sudaca ha revelado este miércoles algunos detalles de ese distanciamiento, evidenciado en una reunión celebrada el pasado fin de semana en casa del ministro de Justicia, Aníbal Torres.

El periodista Alonso Ramos, autor de la nota, señala que aquella noche, Castillo planteó la salida de Guido Bellido, el primer ministro que tiene una investigación en curso por apología del terrorismo. El presidente estaba acompañado por el abogado constitucionalista Francisco Eguiguren, exministro de Justicia y exembajador del Perú en España durante el gobierno de Ollanta Humala, y que apoyó la salida de Bellido para lograr el voto de confianza del Congreso. Según cuenta el periodista, Bellido dijo que sólo dimitiría si se lo pedía Perú Libre. No el presidente, sino Perú Libre, es decir Cerrón, quien obviamente rechazó cualquier renuncia.

La fuente que dio dicha información a Sudaca reveló que Castillo incluso planteó su salida de Perú Libre ante el rechazo de sus propuestas y la de sus asesores, que también recomendaban cambios de ministros, y ante los constantes comentarios de Cerrón a través de Twitter, su red social favorita para enviar sus "órdenes" al presidente. Un mensaje del fundador del partido comunista apuntaba a esa pretendida salida.

Lo que también se señala en la nota es que la ruptura era casi un hecho hasta que apareció en escena, el pasado lunes, (es decir dos días después de la reunión) Verónika Mendoza, excandidata presidencial por el partido de izquierda Juntos por el Perú, actual lideresa de Nuevo Perú, y que dio su apoyo a Castillo en la segunda vuelta.

Para muchos, dicho respaldo de Mendoza permitiría cierta moderación por parte de Castillo con una serie de compromisos. Sin embargo, en la mencionada reunión apoyó la permanencia de Bellido, secundando así a Cerrón y sumándose a su convocatoria para la movilización de este mismo jueves "por la voluntad popular".

Ante la permanencia de Bellido como primer ministro y la de varios ministros cuestionados -pese a las exigencias de la oposición-, lo que parece claro es que Cerrón le ganó el pulso a Castillo dejando una nueva evidencia de su fuerte influencia en el gobierno. Sin embargo, por el momento parece que esta pugna abierta entre ambos no ha hecho más que empezar, a sólo un mes de tomar el poder.

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