Desde que fue investido presidente el pasado miércoles 28 de julio, todo lo que rodea el gobierno comunista de Pedro Castillo parece ser muy oscuro, empezando por las personas que ha nombrado en su gabinete: un primer ministro admirador de la dictadura de Cuba y defensor del grupo terrorista Sendero Luminoso, y un canciller exguerrillero, seguidor del sátrapa Fidel Castro.
Este tono siniestro del Gobierno se confirma ya que en estos cinco días al frente del país, no se sabe dónde trabaja Castillo, y lo que es peor, dónde despacha los asuntos de Estado, cuál es su agenda, a quiénes recibe y para qué fines. Esto ocurre desde que Castillo dijo que no trabajaría en Palacio de Gobierno, lo que no sólo va en contra de la ley, sino que levanta una serie de suspicacias por parte de la opinión pública, en especial por el círculo más íntimo que lo rodea, empezando por Vladimir Cerrón, el que mueve los hilos de este nuevo gobierno. Ya Castillo ha dicho que volvería a Palacio, pero nada está muy claro.
No hay que olvidar el protagonismo que ha tenido Castillo en el pasado. Ya paralizó sectores tan importantes como la educación al encabezar una huelga de profesores en 2017 que dejó sin educación a decenas de miles de niños durante casi cuatro meses. Ahí se mostró como una persona que cree en el sindicalismo más violento, agresivo y amenazador. Eso incluso fue confirmado por personas muy cercanas al proceso de negociación.
En ese momento, el partido fujimorista Fuerza Popular -que gozaba de una mayoría aplastante en el Legislativo- levantó el protagonismo de Castillo al recibirlo en el Congreso en un intento de negociar por su lado. De hecho, uno de sus integrantes preguntó al entonces gobierno: "¿Cómo van a solucionar una huelga llamándolos terroristas y violentistas a los maestros?" Como consecuencia de esta crisis, Fuerza Popular interpeló a la ministra de Educación Marilú Martens, lo que posteriormente provocó una crisis de gobierno y la salida del entonces primer ministro Fernando Zavala y de varios ministros, incluida Martens.
El pasado mes de mayo, Martens recordaba en la radio RPP lo que ocurrió en ese momento: "El profesor Castillo no tenía interés en ver los beneficios de la educación, de los docentes, lo que quería era que el ministerio lo reconociera como líder de un sindicato. (…) Castillo regresaba a las bases y no lo reconocían, entonces no tenía reconocimiento de los profesores a los que él decía representar". Recuerda además que tenía "un pliego de reclamos con algunas viables y otras inviables: como que se quite la evaluación de docentes, aseveraba cosas lejanas como que el ministerio quería privatizar la educación".
El hecho es que, en 2017, Castillo fundó junto a otras personas la Federación Nacional de Trabajadores de la Educación – Fenate Perú. Según informó el diario El Comercio, para esto reclutó entre sus miembros "a integrantes y adherentes del Movadef, el brazo político de Sendero Luminoso". Estos formaban parte del sindicato Conare-Sute, una de las facciones más radicales, y lideraron la huelga magisterial para controlar el Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP), que sí tiene reconocimiento oficial. El entonces ministro del Interior, Carlos Basombrío, advirtió que Movadef se había infiltrado en algunos sindicatos de la educación, y subrayó que Fenate demostraba que aún existía ese vínculo con el grupo proterrorista.
En ese momento se intentó inscribir a Fenate como un sindicato reconocido por el ministerio de Trabajo, pero no tuvieron éxito. Ya con Castillo como presidente, se ha hecho a gran velocidad. A pocos días de juramentar como ministro de Trabajo, Iber Maraví, ya permitió la inscripción de Fenate Perú en el Registro de Organizaciones Sindicales de Servidores Públicos. El diario Perú 21 reveló el pasado sábado que Maraví "fue secretario de juventudes del Movadef y secretario general del Conare en Ayacucho, ambos organismos generados de Sendero Luminoso".
Esto ya ha provocado la reacción del SUTEP. En un mensaje a través de Twitter, el sindicato señaló que "rechazamos los intentos de dividir al magisterio peruano con la validación de organizaciones pro patronal".
Rechazamos los intentos de dividir al magisterio peruano con la validación de organizaciones pro patronal. El SUTEP, desde hace casi 50 años, es el legítimo vocero de las maestras, maestros y auxiliares de educación. Seguiremos defendiendo la unidad. pic.twitter.com/Js7CsnW43L
— SUTEP (@SUTEP_Peru) August 2, 2021