La ceremonia de investidura del nuevo presidente de Perú, Pedro Castillo, estuvo plagada de símbolos perfectamente calculados para escenificar la llegada de una nueva era comunista al país. El cambio en el escudo, los insultos al pasado histórico de España en Perú o incluso la ubicación elegida para la jura son sólo el primer paso. El segundo, pasa por la intención de Castillo para convocar una Asamblea Constituyente, al más puro estilo chavista, con el objetivo de crear una nueva Constitución. La nueva carta magna sin duda será al gusto del nuevo mandatario que, como todos los gobernantes comunistas, no duda en escudarse en que "el poder constituyente originario emana del pueblo y no de los gobernantes, ni de las autoridades".
Insultos al rey Felipe VI
Frente al rey Felipe VI, obligado a acudir a la ceremonia por el Gobierno de Pedro Sánchez, Castillo ha aprovechado para arremeter gravemente contra los españoles y contra el propio monarca. El nuevo mandatario ha señalado que los antepasados de los peruanos convivían en armonía con la naturaleza "hasta que llegaron los hombres de Castilla, que con la ayuda de múltiples felipillos y aprovechando un momento de caos y desunión, lograron conquistar al estado que hasta ese momento dominaba gran parte de los Andes centrales". En este caso, Castillo utiliza un juego de palabras para despreciar al rey, refiriéndose de paso al intérprete indio que acompañó a Francisco Pizarro y Diego de Almagro durante la conquista de Perú y Chile.
Escudo sin palma y laurel
En las investiduras de anteriores presidentes, todos optaron por lucir el escudo de armas en su banda presidencial. Este emblema incluye una rama de palma y otra de laurel, símbolos de la victoria y la gloria. Sin embargo, Castillo se ha convertido en el primer presidente que ha elegido el escudo nacional, en el que se eliminan el laurel y la palma y se rodea el emblema de estandartes y banderas.
El fin de la Casa de Pizarro
El Palacio de Gobierno del Perú, llamado también Casa de Pizarro, ha sido la sede principal del poder ejecutivo peruano y la residencia oficial del Presidente del Perú, hasta ahora. "No gobernaré desde la Casa de Pizarro", ha señalado Castillo durante el discurso de investidura. "Debemos romper con los símbolos coloniales para acabar con las ataduras de la dominación que se han mantenido vigentes por tantos años. Cederemos este palacio al Ministerio de las Culturas para que sea usado como un museo", agregó Castillo entre vítores y aplausos de sus partidarios.
Desaire a Duque
Durante la investidura, Castillo saludó a todos los mandatarios que acudieron a la cita. Sin embargo, en su lista de menciones el único que no apareció fue el presidente de Colombia, Iván Duque, a pesar de que lo tenía justo enfrente. Las diferencias entre ambos presidentes son evidentes y sus posturas con respecto a la economía y la política no pueden estar más alejadas. Sin duda el cerco diplomático de Colombia a Venezuela y las alianzas comerciales serán algunos de los puntos que complicarán las relaciones bilaterales entre Colombia y Perú.
Jura en Ayacucho
Castillo ha viajado hasta la ciudad andina de Ayacucho para su jura simbólica en la Pampa de la Quinua, el escenario de la batalla de Ayacucho del 9 de diciembre de 1824, que selló la independencia de Perú y del resto de la América española.
La ubicación también es recordada por ser el lugar elegido por la organización terrorista Sendero Luminoso para el II Plenario del Comité Central celebrado a inicios de 1980. Allí se formó el Directorio Revolucionario político-militar que ordenó a los terroristas desplazarse a las áreas estratégicas para comenzar a atentar.